Pruebas de alergia: ¿por qué son importantes?
Las principales alergias o enfermedades alérgicas son diagnosticadas por medio de estudios en sangre, espirométricos o realización de pruebas cutáneas a través de la especialidad de alergología.
¿Cómo se realizan las pruebas de alergia?
Las pruebas cutáneas se hacen en la piel de los pacientes mediante un método de escarificación. La escarificación consiste en hacer un pequeño pinchazo en la piel del paciente de una manera suave, colocando algunos alérgenos, es decir, sustancias químicas que producen las reacciones inflamatorias en los pacientes.
La importancia de realizar esos estudios de sangre es debido al reconocimiento de los factores que originan la alergia o los fenómenos alérgicos, representados en trastornos o síntomas respiratorios, cutáneos, gastrointestinales o de cualquier tipo. Este método es muy importante, dado su relevancia en el reconocimiento de las causas que originan dichos trastornos inflamatorios de la alergia.
La importancia de la colocación de antígenos
La técnica de realización de un estudio clínico de alergia es mediante la colocación de los antígenos, previamente señalados y numerados para no perder su ubicación. Los antígenos son de diversos tipos: de pólenes, flores, plantas, pastos, hongos de humedad, ácaro de polvo, alimentos o cualquier otro; y estos deben ser evaluados.
Los antígenos se colocan de una manera suave en la superficie de la piel, se identifican y se numeran plenamente para evitar errores en su identificación y posteriormente se realiza un pinchazo o escarificación para que el antígeno se ponga en contacto con la parte interna de la piel. De esta manera se tendrá el reconocimiento de la reacción antígeno-anticuerpo en un paciente previamente sensibilizado.
Para saber qué tipo de alergia tiene un paciente, el pinchazo o escarificación tiene como objetivo introducir cada uno de los antígenos en la parte interna de la piel. Cabe mencionar que este método es indoloro y muy bien aceptado tanto para niños como para adultos y es una manera de mirar la reacción que se produce en un lapso de aproximadamente 10 o 15 minutos. Si el paciente es alérgico, como consecuencia habrá una reacción de roncha, la cual estará indicando la positividad de su piel hacia los antígenos o alérgenos, previamente identificados, así como el potencial que tenga que ver con los síntomas previamente valorados en una historia clínica.
Señales de la alergia y vacunas antialérgicas
Las manifestaciones de la alergia, si existen, aparecerán como una mancha roja la cual indica una reacción positiva a los alérgenos. Las manchas rojas se le conocen como ronchas o eritemas. Con esta valoración el alergólogo puede darse cuenta de la relación clínica que tiene el paciente con la alergia o el fenómeno alérgico, mediante la determinación de pruebas cutáneas que son positivas.
Este estudio es muy importante porque gracias al reconocimiento de lo que son las pruebas positivas, al especialista le es posible determinar con exactitud a qué cosas el paciente está sensibilizado o tiene alergia. De esa manera, el alergólogo tiene la posibilidad de prescribir vacunas antialérgicas que tienen el propósito de bloquear la reacción alérgica en el paciente y, de esta manera, inhibir los síntomas de la alergia.
En general, las vacunas funcionan como antídotos o tratamientos para bloquear el anticuerpo que brinda esa reactividad positiva que mostró la escarificación o el estudio clínico de alergia.