Conociendo el Cáncer de Piel: tipos, causas y riesgos
Enfermedad grave, pero altamente prevenible y tratable si se detecta a tiempo. La protección solar y la vigilancia regular de la piel, son las mejores estrategias para reducir el riesgo.
El Cáncer de Piel y cómo afecta
El Cáncer de Piel es una enfermedad que afecta el órgano más extenso del cuerpo, la piel, la cual representa aproximadamente el 16% del peso corporal. En México, el Cáncer de Piel ocupa el segundo lugar en frecuencia entre los tipos de Cáncer, destacando la importancia de la detección y tratamiento oportuno por parte de un Dermatólogo o un Oncólogo.
Tipos de Cáncer de Piel
El Cáncer de Piel se clasifica en dos grandes categorías:
- Cáncer de piel no Melanoma: comprende los carcinomas basocelulares y espinocelulares, que son los más comunes y menos agresivos. Aunque su crecimiento es lento, pueden causar daño significativo si no se tratan a tiempo
- Melanoma Maligno: es el tipo de Cáncer de Piel más agresivo y con mayor tasa de mortalidad. Se desarrolla a partir de los melanocitos, las células que producen el pigmento de la piel. A diferencia de los tipos no Melanoma, el Melanoma puede propagarse a otras partes del cuerpo, lo que lo convierte en una amenaza seria para la vida
Factores de riesgo del Cáncer de Piel
Los factores que aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de piel incluyen:
- Exposición al sol: la radiación ultravioleta (UV) es el principal factor de riesgo. Las personas que pasan mucho tiempo al aire libre, como campesinos, marineros, y deportistas, están especialmente en riesgo
- Características de la piel: personas con piel clara, ojos claros, o albinismo tienen mayor predisposición
- Edad: mayores de 40 años son más propensos a desarrollarlo
- Otros factores: exposición a sustancias químicas como el arsénico, antecedentes de trasplantes de órganos, fumar, y la presencia de numerosos lunares también incrementan el riesgo
Síntomas y señales de alerta
Es crucial estar atento a los cambios en la piel. Los signos de alarma incluyen manchas o nódulos asimétricos, con bordes irregulares y colores variados (café, azul, negro). Estas lesiones pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero son más comunes en áreas expuestas al sol. El Melanoma, sin embargo, puede desarrollarse incluso en zonas no expuestas, como las plantas de los pies o debajo de las uñas.
Prevención y diagnóstico
El uso adecuado de protector solar y la limitación de la exposición al sol son medidas preventivas clave. Además, realizarse revisiones periódicas con un dermatólogo puede facilitar la detección temprana de lesiones sospechosas. El diagnóstico suele comenzar con una evaluación clínica y, si es necesario, una Biopsia para analizar el tejido afectado.
El Cáncer de Piel es una enfermedad grave, pero altamente prevenible y tratable si se detecta a tiempo. La protección solar, junto con la vigilancia regular de la piel, son las mejores estrategias para reducir el riesgo. Recuerda que cualquier cambio sospechoso en la piel debe ser evaluado por un especialista para asegurar un tratamiento adecuado.