Reflujo Vesicoureteral: Consecuencias y tratamientos
El Reflujo Vesicoureteral es un trastorno en el cual la orina regresa desde la vejiga hacia el riñón.
¿En qué consiste el Reflujo Vesicoureteral?
Normalmente, el riñón se vacía y no hay reflujo, es decir, la orina fluye en una dirección unidireccional desde arriba del riñón hacia el uréter, luego hacia la vejiga y finalmente hacia la uretra.
Cuando ocurre este reflujo hacia el riñón, se denomina Reflujo Vesicoureteral. Este reflujo se clasifica en cinco grados según su severidad. El grado uno implica que la orina regresa solo hasta un tercio o dos tercios del uréter sin llegar al riñón. El grado dos implica que la orina llega al riñón, pero no lo dilata ni altera la morfología de las vías urinarias.
En el grado tres, hay cierta dilatación tanto del uréter como de la pelvis renal. En el grado cuatro, la dilatación es más importante, afectando el uréter, la pelvis renal y los cálices renales. El grado cinco representa un reflujo severo, donde el uréter está completamente tortuoso y hay una dilatación significativa en las pelvis renales, cálices e incluso una función renal mínima. En este caso, el reflujo afecta también la función renal.
¿Cuáles son los síntomas?
Es importante tener en cuenta la velocidad de vaciamiento de estos reflujos, ya sea rápido o lento, ya que esto influye en las decisiones de manejo. El síntoma más común del Reflujo Vesicoureteral es la Infección de las Vías Urinarias, que se manifiesta con Fiebre, molestias al orinar y mal olor en la orina. En los niños menores de tres años, es más frecuente la manifestación de fiebre debido a una Infección Urinaria.
Cuando se sospecha de reflujo, especialmente en presencia de Fiebre, se deben descartar problemas respiratorios y gastrointestinales, es importante solicitar un análisis de orina para descartar una Infección de Vías Urinarias. Se estima que alrededor del 25% al 50% de los niños con Fiebre e Infección Urinaria pueden presentar Reflujo Vesicoureteral.
¿Cuál es el tratamiento?
El manejo del Reflujo Vesicoureteral depende del grado de reflujo y también se debe considerar si existe un Trastorno de Vaciamiento Vesical Asociado. Se requiere evaluar la vejiga y el vaciamiento a través de una cistografía miccional, que proporcionará información sobre el grado de reflujo y cómo se está vaciando la vejiga.
Además, se pueden realizar otros estudios como análisis de sangre, química sanguínea y gasometría venosa para evaluar la función renal y detectar la presencia de acidosis tubular renal. Todos estos datos son importantes para determinar la importancia del papel de la vejiga en el funcionamiento de las vías urinarias y, así, tomar medidas y decidir el tratamiento adecuado para el reflujo.
En general un, los grados o y dos de reflujo se manejan de manera conservadora, brindando medidas para mejorar el vaciamiento vesical durante al menos un año. Si después de un año se repite el mismo reflujo, se puede considerar el manejo quirúrgico de la disfunción vesical.
En el caso de los grados tres y cuatro de reflujo, el tratamiento es quirúrgico y consiste en el reimplante vesicoureteral junto con el manejo de la disfunción vesical. En el grado cinco, donde ya no hay funcionamiento renal, se realiza una nefrectomía, es decir, la extirpación del riñón afectado debido a la falta de producción de orina y el riesgo de infección urinaria.
¿Con qué Especialista acudir?
El manejo del Reflujo Vesicoureteral suele ser multidisciplinario, involucrando al pediatra, al urólogo y, en ocasiones, al nefrólogo. El pediatra realiza el diagnóstico inicial y solicita interconsultas con otros especialistas según sea necesario para un tratamiento integral.