Rinitis Alérgica: una enfermedad común
La Rinitis Alérgica es la enfermedad alérgica más común que existe a nivel mundial. Aproximadamente uno de cada cuatro seres humanos la tiene.
La Rinitis Alérgica es una enfermedad que se caracteriza, principalmente, por síntomas de gripe, como:
- Comezón
- Escurrimiento nasal
- Estornudos
- Congestión
- Obstrucción de la nariz
Normalmente inicia en las primeras etapas de nuestra vida, aunque realmente, la podemos desarrollar en cualquier momento y va progresando, teniendo gran cantidad de afectación en la calidad de vida.
Es de origen inmunoalérgico, es decir, está causada por un brazo de la inmunidad, concretamente. Al generar esta exposición a elementos extraños, por alguna razón, nuestro sistema de defensa lo empieza a reconocer como si fuera generador de mucho daño y monta una respuesta exagerada en contra de estos elementos, traduciéndose en inflamación.
Cuando la nariz se inflama, producto de esta sobre respuesta por parte del sistema de defensa, eso despierta los signos y síntomas que acabamos de comentar de la enfermedad.
Causas de la Rinitis Alérgica
Las causas son muchas y podemos enlistarlas en varias partes. Una es que hay un componente genético muy importante y común que vemos en familias enteras, que tienen este antecedente de Rinitis Alérgica.
La otra, ya lo comentábamos, es la falla de regulación por parte del sistema de defensa. Y finalmente es la parte ambiental en donde elementos como contaminación, el mismo calentamiento global, entre otro, favorece o va construyendo este terreno fértil que permite el que se establezca la enfermedad.
¿Se puede prevenir la Rinitis Alérgica?
Formalmente no hay estrategias para prevenirla, pero sí se establecen medidas preventivas para todas las enfermedades alérgicas. Muchas de ellas son medidas muy comunes, que pareciera que no tienen impacto en la vida futura, pero sí los hay:
- Evitar de manera constante antibióticos, sobre todo en los primeros 5 años de vida
- Tener una lactancia materna por lo menos durante 6 meses o más
- Tratar de vivir o mantener un ambiente no muy saturado de contaminantes ambientales
Todo esto ayuda a disminuir el riesgo de que podamos llegar a padecer Rinitis Alérgica.
Tratamiento para Rinitis Alérgica
El tratamiento de la Rinitis Alérgica se vive en dos grandes fases. La primera, es algo que llamamos control ambiental y la segunda, es desinflamación y control de los signos.
- Control Ambiental: implica el hecho de que ayudemos a la nariz, a que mantenga las funciones fisiológicas que normalmente hace, que son calentar, humedecer y filtrar el aire que respiramos. Cuando en la nariz se inflama empiezas a perder estas tres funciones sustantivas. Puede ser menos eficiente y entonces ahí nos ayudamos de las soluciones comerciales: agua de mar o solución salina que nos ayuda a estar mantenerla húmeda y limpia. Esto nos ayuda, mediante el arrastre mecánico que provoca la solución, a que estos elementos problemáticos no tengan mucho contacto con la mucosa de la nariz
- Desinflamación y control de los signos: en la parte del tratamiento formalmente farmacológico, podemos establecerlo en dos grandes vertientes que son los desinflamatorios tópicos nasales y los antihistamínicos. El tratamiento quita la inflamación, que es la que produce realmente parte de los signos y síntomas de esta enfermedad, y los antihistamínicos nos dan cierto control sintomático, sobre todo en cuanto a comezón, escurrimiento nasal y estornudos.
Si nos enfocamos en tratamientos más especializados, los Alergólogos e Inmunólogos buscamos los elementos medioambientales que están generando problemas para poder establecer estrategias de sensibilización, y de esa manera nos ayuda a que los pacientes no tengan que utilizar medicamentos por largos periodos de tiempo o, por el contrario, que su dependencia de medicamentos no dure para toda la vida.
Especialista en Rinitis Alérgica
Sin duda alguna hay varios especialistas que pueden atender a esta enfermedad. El más indicado es el Alergólogo e Inmunólogo Clínico, porque a diferencia de otros especialistas, nosotros al poder ver qué elemento se sensibilizan y cual está condicionando esta respuesta exagerada del sistema de defensa, podemos identificar, cuantificar y modular esta respuesta.
De esa manera ayudamos al paciente a que dependa menos de medicamentos, tenga un mejor control de su enfermedad, mejor calidad de vida y sin duda alguna, disminuye el costo asociado a los medicamentos que invierte para el control justamente de sus síntomas.