¿Roncas mucho o te falta el aire? Una desviación de tabique podría ser la causa
Este padecimiento no sólo puede ser ocasionado por una lesión, existen casos donde la desviación es de origen congénito.
El tabique nasal es una estructura delgada constituida por cartílago y hueso que se encuentra dentro y en medio de la nariz, como una especie de muro de contención y pared divisoria entre la fosa nasal derecha y la fosa nasal izquierda.
Una desviación del tabique es cuando ese muro o pared no se encuentra en el centro o se lateraliza hacia un lado u otro, ya sea porque nacemos con la desviación (desviación congénita) o como resultado de un accidente o golpe.
¿Cómo detectarla?
Los síntomas más comunes que deben hacernos sospechar de una desviación del tabique son: obstrucción (nariz tapada), dolor, sangrado, formación de costras de moco, respiración con la boca abierta, ronquido al dormir, respiración ruidosa, menor percepción de los olores o sensación de que entra menos flujo de aire al respirar de un lado.
Si sospechamos de una desviación del tabique por el antecedente de un golpe directo en la nariz o porque presentamos uno o varios de los síntomas antes mencionados de manera diaria y continua, es importante acudir al especialista para su diagnóstico y tratamiento.
¿Cuál es el tratamiento a seguir?
En la mayor parte de los casos el tratamiento será quirúrgico y consiste en una cirugía llamada Septoplastía, que consiste en colocar el tabique en la línea media, la cual, de acuerdo a las necesidades y deseos de cada paciente, puede combinarse con otras técnicas de Rinoplastía para corregir fracturas o mejorar la apariencia estética de la nariz.
Aunque los accidentes en ocasiones no se logran prevenir, sí podemos prevenir una desviación del tabique utilizando protección facial adecuada al practicar deportes de contacto, actualmente existen diferentes opciones para cada deporte, así que ayuda a tu nariz y protégela.