¿Sabes todo lo necesario sobre la operación de Hernia de Hiato?
La Hernia de Hiato es una afección bastante frecuente entre la población se produce cuando la parte superior del estómago se desliza a través del diafragma hacia el tórax.
Puede tener un origen congénito (nacimiento), la Obesidad, realizar esfuerzos de forma inadecuada o algún traumatismo son algunos de los factores que pueden provocar este debilitamiento.
Los pacientes deben operarse de la Hernia de Hiato cuando no responden al tratamiento médico y les ocasiona síntomas tal como reflujo gastroesofágico o incluso dificultad respiratoria si es muy grande. Existen diferentes técnicas quirúrgicas que serán más o menos adecuadas en función del paciente. Por ello es importante someterse a estudios previos que certifiquen la idoneidad de cada tipo de intervención.
Cuando comemos, los alimentos viajan de la boca al estómago a través del esófago. En la parte inferior del mismo existe una válvula, Esfínter esofágico inferior (EEI), que permite el paso de los alimentos, pero impide el reflujo del contenido acido del estómago hacia el esófago, cuando existe una hernia hiatal este esfínter se encuentra fuera de su posición habitual lo que ocasiona una disfunción.
Cuando esta válvula no funciona correctamente se produce el reflujo que irrita al esófago causando acidez u otros síntomas como pueden ser los vómitos, dificultad para tragar, tos nocturna, afonía etc. Todo esto puede lesionar al esófago si esta exposición al acido es prolongada por años puede llegar a ser una causa de cáncer esofágico.
Algunas personas tienen una válvula EEI genéticamente débil, en otras personas, ciertos alimentos, café, tabaco, ropa ceñida, ejercicio físico intenso o ciertas posiciones como doblarse o acostarse pueden provocarles reflujo por relajación del EEI.
La Hernia de Hiato es muy frecuente en los pacientes con reflujo, pero no todos los pacientes con hernia hiatal tienen reflujo.
Tratamiento en 3 pasos
El Reflujo se trata generalmente en tres pasos progresivos:
- Cambios en el estilo de vida: modificando la dieta, eliminando el alcohol o el tabaco, perdiendo peso, cambiando la posición de la cama, etc.
- Tratamiento médico: mediante antiácidos o medicamentos que disminuyen la producción de ácido por el estómago
- Cirugía: los pacientes que no responden a los cambios del estilo de vida o al tratamiento médico pueden beneficiarse del tratamiento quirúrgico
Recurrir a la cirugía
Existen varias técnicas quirúrgicas para solucionar el reflujo y su aplicación depende de cada caso. La más frecuente es la Funduplicatura de Nissen que consiste en la creación de una nueva válvula en el esófago inferior mediante la envoltura del mismo con un manguito fabricado con parte del estómago.
Es una técnica muy efectiva controlando el reflujo de forma definitiva. En la actualidad está técnica se realiza mediante Laparoscopia lo que reduce el dolor postoperatorio y la estancia hospitalaria con mejor resultado cosmético y una mucho más rápida reincorporación a la actividad normal que cuando se utiliza la cirugía convencional.
No todos los pacientes son candidatos a este tipo de cirugía, previamente debe realizarse un estudio completo y discutir sus alternativas, riesgos y beneficios con su cirujano. En la mayoría de los casos este tipo de cirugía no presenta efectos secundarios y los pacientes se recuperan de manera satisfactoria.
Actualmente existe una opción de manejo endoscópica mínima invasiva para pacientes con hernia hiatal pequeña que presentan reflujo se trata del procedimiento Stretta que consiste en la aplicación de ondas de radiofrecuencia sobre el musculo esofágico para condicionar hipertrofia del musculo y evitar el reflujo.
Es el tratamiento más novedoso para el control de reflujo, ambulatorito, sin cicatrices ni heridas.