Sarcopenia: ¿Por qué los adultos mayores deben preocuparse por su alimentación?

Sarcopenia: ¿Por qué los adultos mayores deben preocuparse por su alimentación?

Editado por: Luis Ángel Cortina Sánchez el 12/09/2024

La Sarcopenia, denominada también como el "Síndrome del Anciano Frágil", es una afección musculoesquelética vinculada al envejecimiento. Se caracteriza por la disminución progresiva de la masa y la potencia muscular.


Esta condición es universal, ya que ocurre en todos los individuos con el paso del tiempo, incluso en aquellos que realizan actividad física de forma regular. Sin embargo, existen diversos factores que pueden exacerbar esta pérdida muscular y convertirla en un problema clínico significativo.


¿Cuándo se presenta la Sarcopenia?

La Sarcopenia puede presentarse en tres etapas:

  • PreSarcopenia: en esta fase, solo se observa una reducción de la masa muscular, sin cambios en la funcionalidad
  • Sarcopenia: además de la disminución de la masa muscular, también se evidencia una disminución de la fuerza muscular
  • Sarcopenia grave o severa: en esta etapa, a la pérdida de masa y fuerza muscular se suma el deterioro del rendimiento físico


Asimismo, entre el 15% y el 20% de la población anciana presenta niveles reducidos de Masa Muscular Esquelética (MME). Cuando esta disminución se combina con una reducción de la fuerza muscular y la capacidad funcional, conduce a la Sarcopenia.


Factores de riesgo

Existen varios factores que incrementan el riesgo de desarrollar Sarcopenia, entre los cuales se encuentran:

  • Factores musculares: la pérdida de la función muscular relacionada con la edad implica cambios cuantitativos y cualitativos. Las alteraciones estructurales y electrofisiológicas en el músculo esquelético se reportan después de la sexta década de vida, mientras que los cambios relacionados con la edad en la fuerza del músculo esquelético comienzan después de los 30 años
  • Factores nutricionales: los planes de alimentación inadecuados, la Desnutrición y el mal estado nutricional son muy comunes en los adultos mayores. Una ingesta insuficiente de macronutrientes y micronutrientes, como vitaminas D, E y C, proteínas, antioxidantes como los carotenoides y el selenio, conducen a la pérdida de fuerza, peso y masa muscular, favoreciendo el desarrollo de la Sarcopenia
  • Factores asociados al estilo de vida: el sedentarismo, definido como una forma de inactividad física con un bajo gasto energético, es un factor de riesgo conocido para la Sarcopenia. Los adultos mayores pueden pasar un promedio de hasta 10 horas por día en un comportamiento sedentario, lo cual aumenta en un 33% la probabilidad de desarrollar esta afección
  • Otros factores: la prevalencia de la Sarcopenia también puede verse influenciada por el lugar de residencia de los adultos mayores, como comunidades rurales, casas de reposo u hospitales


Evaluación y diagnóstico de la Sarcopenia

El diagnóstico de la Sarcopenia se realiza cuando el adulto mayor cumple con dos de los siguientes criterios:

  • Disminución de la fuerza muscular
  • Disminución de la masa muscular
  • Disminución del rendimiento físico


Si se cumplen los tres criterios, la Sarcopenia se considera grave. Además, existen diversas pruebas e instrumentos validados para la identificación de la Sarcopenia en la práctica clínica y la investigación. Estos dependen de las características del paciente, como la presencia de discapacidad o movilidad, condiciones de salud y comorbilidades.


Se recomienda la aplicación del cuestionario SARC-F como una herramienta de detección de Sarcopenia. Este cuestionario de cinco ítems se puede aplicar de forma autoinformada y evalúa la percepción del paciente sobre sus limitaciones en la fuerza, la capacidad para caminar, levantarse de una silla, subir escaleras y experiencias con caídas.


Relación entre la Sarcopenia y el estado nutricional

Existe una estrecha relación entre la Sarcopenia y el estado nutricional de los adultos mayores. Una alimentación adecuada y nutritiva, tanto en calidad como en cantidad, así como un estilo de vida saludable, son fundamentales para mantener una buena salud en esta etapa de la vida.


Evaluación del estado nutricional

Dada la importancia de la Nutrición en la prevención y el manejo de la Sarcopenia, es esencial realizar una evaluación estandarizada del estado nutricional en los adultos mayores. Una herramienta ampliamente utilizada para este fin es el Mini Nutritional Assessment (MNA).


El MNA consta de dos partes: el Screening o Cribaje Nutricional y la Evaluación. En el Cribaje Nutricional, se evalúan aspectos como la pérdida de apetito y peso en los últimos tres meses, la movilidad, la presencia de Enfermedades Agudas o Estrés psicológico, problemas Neuropsicológicos y el Índice de Masa Corporal (IMC).


La Evaluación, por su parte, abarca aspectos como la ingesta de medicamentos, la presencia de Úlceras o Lesiones Cutáneas, el número de comidas completas al día, el consumo de lácteos, huevos, legumbres, carne, pescado, ave, frutas y verduras, la hidratación, la forma de alimentarse, la autopercepción del estado nutricional y las mediciones antropométricas como la circunferencia braquial y la circunferencia de pantorrilla.


Impacto del estado nutricional en la Sarcopenia

Se ha demostrado que la Desnutrición se asocia con mayores tasas de morbilidad y mortalidad entre los adultos mayores, especialmente en aquellos de 70 años o más. Por lo tanto, mantener una alimentación adecuada y un estilo de vida saludable es crucial en esta etapa de la vida.


Los planes de alimentación inadecuados, la Desnutrición y el mal estado nutricional pueden conducir a la Pérdida de Peso, masa muscular y fuerza, lo cual favorece el desarrollo de la Sarcopenia. Por el contrario, una Nutrición óptima, con un aporte adecuado de macronutrientes y micronutrientes, puede prevenir o retrasar la aparición de esta afección.


Consecuencias de la Sarcopenia

La Sarcopenia tiene importantes implicaciones para la salud y la calidad de vida de los adultos mayores. Esta afección aumenta el riesgo de discapacidad, caídas, Fracturas, ingresos hospitalarios y limita la realización de las actividades necesarias para la vida cotidiana.


Los adultos mayores con Sarcopenia pueden experimentar una pérdida de independencia y una disminución significativa en su calidad de vida. Además, la Sarcopenia se asocia con un mayor riesgo de complicaciones y una mayor tasa de mortalidad en esta población vulnerable.


Prevención y tratamiento de la Sarcopenia

Dado el impacto de la Sarcopenia en la salud y el bienestar de los adultos mayores, es fundamental implementar medidas preventivas y terapéuticas adecuadas.

 

La prevención de la Sarcopenia implica adoptar un estilo de vida saludable, que incluya:

  • Actividad física regular: el ejercicio, especialmente el entrenamiento de fuerza, puede ayudar a mantener y aumentar la masa muscular, así como mejorar la fuerza y la funcionalidad
  • Nutrición adecuada: una dieta equilibrada, rica en proteínas, vitaminas y minerales, puede contribuir a la preservación de la masa y la función muscular
  • Control de enfermedades crónicas: el manejo adecuado de condiciones como la Diabetes, la Enfermedad Cardiovascular y la Osteoporosis puede prevenir o retrasar la aparición de la Sarcopenia


El tratamiento de la Sarcopenia puede incluir:

  • Ejercicio físico: programas de entrenamiento de fuerza y resistencia, adaptados a las necesidades y capacidades del adulto mayor, pueden ayudar a mejorar la masa y la fuerza muscular, así como el rendimiento físico
  • Suplementación nutricional: en algunos casos, puede ser necesaria la suplementación con proteínas, vitaminas y minerales para optimizar el estado nutricional y apoyar la recuperación de la masa y la función muscular
  • Intervenciones farmacológicas: aunque aún se encuentran en investigación, algunos fármacos podrían ser útiles en el tratamiento de la Sarcopenia, como los moduladores del eje hormonal y los agentes anabólicos


Importancia de la detección temprana y el manejo integral

La detección temprana de la Sarcopenia es fundamental para implementar intervenciones oportunas y prevenir o retrasar su progresión. Un diagnóstico oportuno, junto con un enfoque multidisciplinario que combine ejercicio físico, Nutrición adecuada y, en algunos casos, tratamiento farmacológico, puede mejorar significativamente la calidad de vida de los adultos mayores afectados por esta condición.


Es fundamental promover la concientización sobre la Sarcopenia y su relación con el estado nutricional. La puede impulsar la implementación de programas de prevención y detección temprana, así como la adopción de estilos de vida saludables desde etapas tempranas de la vida.


Esta es una afección musculoesquelética relacionada con el envejecimiento que tiene un impacto significativo en la salud y la calidad de vida de los adultos mayores. Mantener un estado nutricional óptimo, a través de una alimentación equilibrada y un aporte adecuado de macronutrientes y micronutrientes, es fundamental para prevenir o retrasar la aparición de la Sarcopenia. Además, la actividad física regular y el control de enfermedades crónicas son estrategias clave para preservar la masa y la función muscular en esta etapa de la vida

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