Síndrome del intestino irritable: síntomas, causas y tratamiento
El síndrome del intestino irritable es una enfermedad crónica del intestino que no tiene una causa orgánica, es decir, no hay una úlcera, no hay una infección y no hay un Cáncer, simplemente hay síntomas que se disparan por diferentes detonantes como colitis o colitis nerviosa.
Uno de los detonantes típicos es el Estrés, incluso hay alimentos que pueden causar síntomas por presencia de gas, así como también, existen medicamentos que pueden causar este tipo de alteraciones como infecciones previas o factores genéticos.
Es muy importante tomar en cuenta que es una enfermedad que se trata o se busca con base a síntomas.
¿Cuáles son los síntomas y los riesgos de este padecimiento?
El síndrome del intestino irritable tiene como síntoma cardinal obligatorio el dolor abdominal, que suele ser dolor en la parte baja del abdomen a la altura del cinturón, se acompaña de otros síntomas comunes en la mayoría de los pacientes como diarrea, estreñimiento y vientre inflado, lo cual ocasiona molestia.
Estos síntomas pueden ocurrir en mayor o menor grado y en diferentes combinaciones, lo importante es que este tipo de enfermedades se consideran no peligrosas, es decir, no es un Cáncer ni requiere de operación, ni aumenta la mortalidad de una persona por padecerla, pero sí afecta la calidad de vida de las personas, ya que causa muchos síntomas y necesidad de atención médica.
El intestino irritable es una enfermedad muy frecuente, se estima que el 10% de las personas de una población la padecen, por lo que es importante tener un tratamiento y un diagnóstico adecuado.
¿Cómo se diagnostica la enfermedad?
Esta enfermedad se diagnostica únicamente por síntomas, a esto se le llama diagnóstico clínico, existen criterios internacionales que se basan en una serie de preguntas que se les realizan a los pacientes respecto a cómo es el dolor y a que se relaciona.
Un factor muy importante es la relación con las evacuaciones, la forma y alteraciones en el patrón de ir al baño, es decir, diarrea o estreñimiento, acompañado del dolor. Esto sobre todo en ausencia de síntomas conocidos como “síntomas de alarma”, es decir, el paciente no debe tener ningún otro tipo de manifestación que nos haga pensar que puede ser algo diferente, como un sangrado o un dolor de características atípicas, como pérdida de peso que no tenga explicación como Anemia.
Todo esto no forma parte del intestino irritable, por lo que es una enfermedad de diagnóstico clínico y sólo en pocas ocasiones en necesario que se realicen estudios, sobre todo si los pacientes tienen más de 50 años, se realizan estudios de sangre y de Colonoscopía.
¿Cuál es el tratamiento de esta enfermedad?
Es una enfermedad difícil de tratar porque no todos los pacientes tienen el mismo tipo de síntomas y la misma gravedad de estos. Los síntomas pueden ir desde diarrea, estreñimiento, distensión y dolor, por lo que cada síntoma se tiene que atacar y para cada uno existen diferentes tratamientos.
Hay pacientes que requieren de todos los tratamientos porque tienen todos los síntomas o requieren más de un tratamiento para un mismo síntoma por la intensidad del dolor. Por esto es muy importante que un gastroenterólogo diagnostique la enfermedad, la clasifique con base a los síntomas y de un grado de tratamiento adecuado que es llevado por etapas.
Además de los medicamentos es muy importante la dieta, sobre todo en un grupo de pacientes donde se han detectado alimentos fermentables, lo que significa que son fermentados por las bacterias del intestino, producen más gas del habitual y esto empieza a generar parte de los síntomas. Por lo cual una parte importante del tratamiento es justamente hacer ciertas restricciones dietéticas.