Tamiz auditivo, detecta a tiempo alteraciones auditivas en tu bebé.
El Tamiz Auditivo consiste en introducir una especie de audífono en el odio del recién nacido
El oído es un órgano muy importante para nuestro cuerpo cuya función es captar las señales auditivas (sonidos) del exterior que nos permite desarrolla el lenguaje y nos avisa de los acontecimientos que suceden en nuestro medio. Se estima que de 1 a 3 recién nacidos por cada 1000 bebés podría padecer una alteración auditiva.
Hay diferentes edades para la cual la función del oído es crítica, y justamente una de ellas es en la niñez cuando se desarrollan nuestras habilidades del lenguaje.
Para detectar alguna alteración auditiva es necesario recurrir a un especialista en trastornos de la audición como el Audiólogo u Otorrinolaringólogo. Este realiza un examen que permite detectar la disminución de la audición, Sordera, entre otras alteraciones auditivas en recién nacidos o durante la infancia temprana.
Existen ciertos factores que incrementan la posibilidad de tener una alteración auditiva temprana como son bajo peso al nacimiento, prematurez, Hiperbilirrubinemia (bilirrubinas altas), Sepsis Neonatal, administración de ciertos medicamentos, entre otros.
¿Cómo se realiza?
El oído se divide en tres regiones: la externa conformada por el pabellón auricular (oreja), conducto auditivo externo y la capa externa del tímpano; la media donde se encuentran el resto de las capas del tímpano, los huesecillos, la trompa de Eustaquio, mastoides y la interna con la cóclea (caracol), conductos semicirculares y nervios auditivo y del equilibrio.
Cada una de las partes del oído son independientes por ello es complicado a simple vista detectar una malformación interna en el oído o alguna alteración auditiva.
El Tamiz Auditivo consiste en introducir una especie de audífono en el odio del recién nacido, el cual se encuentra conectado con un equipo especial que es capaz de registrar la capacidad auditiva a través de la emisión de sonidos a los cuales el oído emite respuesta.
La prueba es muy rápida, indolora y se recomienda realizarla en los primeros tres meses de vida para detectar de manera temprana cualquier anomalía, sin embargo, se puede realizar también en la infancia temprana. Cuando se detecta una alteración se inicia un protocolo de estudio para determinar cuál es la zona que está afectada y darle una oportunidad de tratamiento y rehabilitación que le permita desarrollar las habilidades de lenguaje y socialización que el niño necesita