Tamiz Auditivo Neonatal: Protegiendo la audición desde el nacimiento
El Tamizaje Auditivo es un procedimiento que se recomienda realizar idealmente desde el nacimiento hasta los tres meses de vida de un bebé.
¿Cuál es el objetivo principal?
El objetivo principal de este proceso es detectar la presencia o ausencia de sonidos en el oído interno del bebé, centrándose principalmente en la detección de la Hipoacusia (pérdida de audición).
El procedimiento de Tamizaje Auditivo es relativamente simple y rápido. Se realiza utilizando un equipo que consta de una sonda que se introduce en el conducto auditivo del paciente, especialmente diseñada para bebés recién nacidos, y emite sonidos que las células ciliadas de la cóclea registran. Si estas células se mueven en respuesta a los sonidos, el equipo registra una respuesta positiva, indicando que el bebé puede percibir sonidos. Por el contrario, si no se detecta esta respuesta, se sugiere que puede haber problemas de audición.
Este Tamizaje es importante porque es una de las pruebas de detección temprana que aparece en el certificado de nacimiento del bebé. La razón es que la capacidad auditiva es una de las habilidades más comunes que pueden estar presentes desde el nacimiento. Detectar problemas de audición a una edad temprana es fundamental, ya que cualquier retraso en el tratamiento podría afectar el desarrollo del lenguaje y el aprendizaje del niño.
¿El Tamizaje es invasivo?
El Tamizaje Auditivo no es invasivo y se puede realizar en cuestión de minutos, generalmente cuando el bebé está tranquilo o incluso mientras está comiendo para evitar que se inquiete con los sonidos emitidos por la sonda.
Es esencial que los padres consideren la importancia de realizar estos estudios preventivos y de detección temprana en los recién nacidos, ya que ayudan a identificar y abordar posibles problemas de salud de manera oportuna, evitando complicaciones a largo plazo en el desarrollo de los niños. Además del tamizaje auditivo, existen otros Tamizajes recomendados, como el metabólico y el oftalmológico, que también deben ser considerados para asegurar la salud y el bienestar del bebé desde el principio.