Te tocas o te toca
Cada 19 de octubre se celebra el Día Internacional contra el Cáncer de Mama, como recordatorio del compromiso que tenemos como sociedad en la lucha contra este tipo de cáncer. El cáncer de mama es el tipo de cáncer diagnosticado con mayor frecuencia en la mujer. Se estima que, a nivel mundial en el 2018, más de 2 millones (2,088,849) de mujeres serán diagnosticadas con cáncer de mama y que esta enfermedad se cobrará la vida de al menos 626 mil mujeres. Las estadísticas son alarmantes, pero gracias a la deteccción oportuna y avances en su tratamiento, cada vez son más las mujeres que logran curarse de esta enfermedad.
¿Qué es el cáncer de mama?
La mama o seno se compone de grasa, tejido conectivo y glandular. Cada mama tiene entre 10 y 20 secciones conocidas como lóbulos, que a su vez están divididas en secciones más pequeñas llamadas lobulillos. Es ahí en donde se produce la leche y ésta es llevada por estructuras tubulares llamadas ductos al pezón.
El cáncer de mama aparece cuando las células de estas estructuras (lobulillos o ductos) se reproducen de forma incontrolable. Estas células cancerosas pueden viajar a través de la sangre y de los vasos linfáticos, hasta llegar a otras partes del cuerpo donde pueden adherirse a los órganos y formar metástasis. El 90% del cáncer de mama se origina en los ductos y, por lo tanto, se denomina “carcinoma ductal”. Hoy en día el cáncer de mama es el tipo de cáncer más frecuente en la mujer en México y en el mundo.
Causas
No existe una causa bien definida que explique el origen del cáncer de mama. Los factores hereditarios o la presencia de mutaciones genéticas se han identificado en sólo el 5 al 10% de las mujeres con este diagnóstico como la causa de su cáncer de mama. Estudios poblacionales han mostrado que de hecho son los factores no hereditarios los principales impulsores de la enfermedad.
Factores no hereditarios:
- Edad temprana del inicio de la menstruación (antes de los 12 años)
- Edad tardía de la llegada de la menopausia (después de los 55 años)
- No tener hijos
- Tener hijos a edades mayores (después de los 35 años)
- Fumar tabaco
- Consumir alcohol
- Tomar anticonceptivos orales
- Tomar hormonas después de la menopausia
- Sobrepeso
Pero no todo es malo, existen factores no hereditarios que tambien han demostrado proteger en contra del cáncer de mama y estos incluyen:
- Edad tardía del inicio de la menstruación (después de los 12 años)
- Edad temprana de la llegada de la menopausia
- Tener hijos
- La lactacia
- No utilizar anticonceptivos orales por largos periodos de tiempo
- No tomar hormonas después de la menopausia
- Ejercicio físico regular
- Mantener un peso normal
Detección temprana
Hoy en día, la mayoría de las mujeres que son diagnosticadas con cáncer de mama se pueden curar gracias a avances importantes en su tratamiento, pero principalmente porque lo estamos detectando más temprano, antes de que se presenten síntomas.
Esta detección temprana se logra: 1) creando conciencia de que el cáncer de mama existe (y es muy común), 2) mediante la autoexploración, y, principalmente, 3) realizando mastografías de escrutinio.
Hoy en día, multiples guías nacionales e internacionales recomiendan realizar una mastografia bilateral de escrutinio de forma anual a partir de los 40 años. Las mastografías permiten detectar cáncer de mama mucho tiempo antes de que sea palpable y, por lo tanto, mucho tiempo antes de que sea detectable por la autoexploración.
“La autoexploración de mama no es un sustituto a la mastografía de escrutinio”
¿Cuándo y como me hago una autoexploración mamaria?
El mejor momento para realizar la autoexploración de mama es 5 días después de haber terminado el periodo menstrual, que generalmente es cuando el busto está menos sensible. Se puede hacer acostada boca arriba o durante el baño con los dedos bien enjabonados.
Se coloca la mano izquierda detrás de la nuca y se palpa con la yema de los tres dedos medios de la mano derecha los 4 cuadrantes de cada mama y la axila, posteriormente se repite el mismo proceso del otro lado, pero ahora usando la mano izquierda para palpar la mama y axila derechas.
El objetivo es pasar los dedos sobre toda la superficie de cada mama y axila, para detectar cualquier bulto extraño. Si se nota algún cambio relevante hay que acudir de inmediato al médico.
Algunos útiles consejos:
- Usar las yemas de los tres dedos medios, no las puntas de los dedos. Si se tiene dificultad para palpar con la yema de los dedos, se pude utilizar otra parte de la mano que sea más sensible, por ejemplo, la palma o el dorso de los
dedos - Utilizar diferentes niveles de presión. El objetivo es sentir diferentes profundidades de las mamas. Aplica presión leve para palpar el tejido más cercano a la piel, presión media para palpar un poco más profundo y presión firme para palpar el tejido más próximo a la pared del tórax
- Se debe tomar tiempo necesario. No se debe realizar la autoexploración de manera apresurada. Se podrían necesitar varios minutos para examinar con cuidado las mamas
- Hay que seguir un patrón. Utilizar una misma técnica metódica para garantizar que se han examinado las mamas por completo. Se puede hacer de forma circular, radial, horizontal, vertical, etc. El objetivo es revisar toda la mama por completo y siempre usar el mismo método.
Es normal y sucede con frecuencia el detectar nódulos o alteraciones en las mamas, ya que los cambios hormonales de cada ciclo menstrual influyen en el tejido mamario. Encontrar un nódulo en la mama no es una razón para entrar en pánico. Nódulos que suben y bajan de tamaño generalmente representan quistes benignos que no causarán mayor problema. Sin embargo, sí se detecta un nódulo que permanece estable o gradualmente aumenta de tamaño o hay algunos cambios que pueden ser de importancia, se debe consultar al médico de inmediato.
Cambios de importancia:
- Irritación o enrojecimiento de la piel de la mama
- Dolor mamario o dolor en el pezón
- Hinchazón en la mama
- Pezón invertido
- Secreción a través del pezón
- Retracción de la piel de la mama
- Sensación de un tumor o bola persistente en la mama o axila
Si se encuentra uno o más de estos cambios en el busto, hay que consultar a un médico especialista en mama, como lo es un cirujano oncólogo o un ginecólogo oncólogo quien después de hacer una historia clínica y examen físico completo, probablemente solicitará una mastografía o un ultrasonido para estudiar el nódulo u otros hallazgos a profundidad.