Terapia familiar: ¿cuándo acudir con un especialista? (Parte 2)
Generalmente las personas se rehúsan a acudir a una terapia familiar. Esto sucede no porque no quieran ayudar al familiar que está sufriendo, sino porque existe una negación natural a la posibilidad de que, por acción o por omisión se pueda estar influyendo en el malestar de alguno de los miembros de la familia.
¿Qué situaciones resuelve la terapia familiar?
Cualquier problema que sufra algún miembro de la familia tratado de manera colectiva es una forma de intervención mucho más útil a que si solamente se acude de manera individual a la terapia psicológica. Algunas problemáticas más atendidas en la terapia familiar son alcoholismo, consumo de drogas, trastornos de conducta, problemas de aprendizaje, violencia intrafamiliar e infidelidad, entre otras. Todos estos conflictos provocan en los integrantes de la familia malestar, depresión, ansiedad, tristeza e, incluso, trastornos alimenticios.
Es a través de la terapia familiar donde se va a revelar de manera clara que el sistema familiar requiere asesoría o ayuda buscar nuevas formas de conexión y de adaptación. Esto tendrá como resultado que el malestar o la problemática sea manifestado a través de otras vías.
Negación ante la posibilidad de ayuda especializada
Generalmente las personas se rehúsan a acudir a una terapia familiar. Esto sucede no porque no quieran ayudar al familiar que está sufriendo, sino porque existe una negación natural a la posibilidad de que, por acción o por omisión, se pueda estar influyendo en el malestar de alguno de los miembros de la familia, lo cual provoca miedo.
El miedo surge ante la posibilidad de ser culpados de ser o no responsables de la problemática a tratar en una terapia familiar.
El que los miembros de la familia no quieran acudir a una terapia familiar evita que los problemas se resuelvan de una manera más rápida y efectiva. Un mito común es que el miembro de la familia que requiere ayuda, se le ve como una persona enferma.
En vez de esto, hay que mirar al familiar y a la problemática en general como una situación a resolver en la que todos los miembros de la familia tengan la disposición de readaptarse.