Terapia familiar: tratamiento para evolucionar ante los cambios (Parte 1)
La terapia familiar es una forma de intervención psicoterapéutica que ayuda a que los miembros de la familia evolucionen.
¿Por qué es necesaria la terapia familiar?
La terapia familiar debe ser llevada por un psicólogo pues cada ciclo vital requiere una nueva readaptación hacia la demanda los diferentes miembros de la familia. En caso de que no se realice esa terapia familiar, la cual tiene como objetivo la readaptación para facilitar la cohesión de los miembros de la familia, se puede provocar algún conflicto en el núcleo familiar. El conflicto se manifiesta en el síntoma o la conducta problemática de alguno o algunos de los integrantes de la familia.
Es importante considerar que el acudir a la terapia familiar ayuda a que la conducta disruptiva, problemática o la sintomatología de alguno de los miembros de la familia, pueda ser abordada como un malestar concreto.
Por un sistema familiar vivo y menos doloroso
Por lo general, durante la Terapia Familiar se revela el problema o la dificultad del sistema familiar ante una situación de crisis, pues es común que los mismos integrantes de la familia no se estén dando cuenta de que cada uno de los miembros necesita un reacomodo para lograr la evolución colectiva.
De manera específica, la terapia familiar logra un sistema familiar vivo, y para ello se requiere un constante cambio. La rigidez de alguno o algunos miembros de la familia ante la posibilidad de adaptación, casi siempre, es expresada a través de la negación para acudir a terapia. En ocasiones, no toda la familia quiere acudir a las sesiones terapéuticas, sin embargo, con uno de los miembros de la familia que desee influir en el sistema familiar, se puede comenzar a trabajar en todo el entorno.