Testículos no descendidos: un problema grave
La criptorquidia o testículo no descendido tiene varios grados
Dr. Ricardo Jaimes Jiménez
Una comprensión verdadera del problema de criptorquidia o testículo no descendido debe basarse en definiciones precisas. El término testículos no descendidos se describe, desde la cirugía pediátrica, como un padecimiento donde los testículos no están en el escroto.
Cuando el testículo o los testículos pueden movilizarse al escroto mediante examen físico y manipulación se habla de un testículo retráctil. Existen otros trastornos de los testículos que son menos frecuentes como:
- - Ectópicos (están en posiciones anormales)
- Ausentes o desaparecido (anorquia)
- - Poliorquia (puede haber más de dos testículos)
Dada la rareza de estos últimos sólo hablaremos de los primeros. La criptorquidia o testículo no descendido tiene varios grados (para ser exacto, 9), los cuales van del más leve al más severo. Sea cual sea el grado, si los padres sospechan de la ausencia de uno o los dos testículos en el escroto, o bien, en la visita mensual con el pediatra éste no palpa algún testículo en el escroto, es de suma importancia canalizar al bebé con el cirujano pediatra para su oportuna valoración y manejo.
Tratamientos y posibles riesgos
Se han propuesto tratamientos no quirúrgicos, pero son controversiales, como el manejo de hormonas. Por otra parte, se ha demostrado que en el caso de los testículos no descendidos el único manejo con mayor rango de éxito es el quirúrgico, de aquí, la importancia de una valoración oportuna por el especialista.
Los testículos retráctiles han respondido parcialmente al uso de hormonas, pero no en todos los casos, estando siempre latente el riesgo de complicaciones.
Las complicaciones de un testículo no descendido y no valorado oportunamente son la atrofia del testículo que en el caso de ser unilateral existe la necesidad de quitar el testículo atrófico por el riesgo de malignidad durante la adolescencia y, en el caso de ser bilateral, la necesidad de retirar ambos testículos atróficos condicionando con esto la fertilidad.
Para evitar esto se recomienda a los padres lo siguiente: si el escroto se ve pequeño o poco desarrollado, o hay duda de la presencia de los testículos o alguno de ellos en el escroto, deben acudir a un cirujano pediatra. La otra recomendación es presionar gentilmente el escroto del bebé y si hay duda de la presencia del testículo o simplemente no se toca éste con los dedos, tienen que acudir cuanto antes al especialista.