Artrosis de Rodilla: Cómo detectar y tratarla en adultos mayores
La Artrosis de Rodilla, también conocida como Gonartrosis, es una enfermedad degenerativa que afecta las articulaciones de la rodilla, caracterizada por el desgaste progresivo del cartílago.
Esta condición es especialmente prevalente en personas mayores de 65 años, aunque también puede presentarse en edades más tempranas debido a factores como el Sobrepeso, lesiones previas o actividades de alto impacto.
Factores de riesgo de la Artrosis de Rodilla
El desarrollo de la Artrosis de Rodilla es multifactorial, implicando una combinación de elementos que aumentan el riesgo de padecer esta condición:
- Edad, con el envejecimiento, el cartílago articular se desgasta, incrementando la probabilidad de desarrollar Artrosis
- Sexo, las mujeres tienen un mayor riesgo de desarrollar artrosis de rodilla en comparación con los hombres
- Sobrepeso y Obesidad, el exceso de peso aumenta la presión sobre las rodillas, acelerando el desgaste del cartílago
- Lesiones previas, como Fracturas, desgarros de ligamentos o lesiones en el menisco pueden predisponer a la Artrosis
- Causas metabólicas, enfermedades como la Diabetes o la Hemocromatosis pueden influir en la aparición de la Artrosis
- Genética, algunas personas tienen una predisposición hereditaria a desarrollar Artrosis
Tipos de Artrosis de Rodilla
La Artrosis de Rodilla se clasifica según el número de compartimientos afectados:
- Unicompartimental: afecta solo uno de los compartimientos de la rodilla (patelofemoral, femorotibial medial o femorotibial lateral)
- Bicompartimental: involucra dos compartimientos
- Tricompartimental: afecta los tres compartimientos de la rodilla
Síntomas
Los síntomas de la Artrosis de Rodilla suelen desarrollarse gradualmente y empeorar con el tiempo. Entre los más comunes se encuentran:
- Dolor, inicialmente aparece durante el movimiento, pero con el tiempo puede volverse constante
- Rigidez, especialmente por la mañana o después de estar sentado por un tiempo prolongado
- Pérdida de movilidad progresiva
- Crepitación, se pueden escuchar crujidos o sentir una sensación de roce en la articulación
- Inestabilidad, la rodilla puede "fallar" o dar la sensación de que se va a desestabilizar
- Hinchazón, es común que la rodilla se hinche, especialmente después de la actividad física
Diagnóstico
El diagnóstico de la Artrosis de Rodilla se realiza mediante un examen físico en el que el médico evaluará el rango de movimiento, la estabilidad de la articulación y la presencia de dolor o hinchazón.
Además, se utilizan Radiografías para observar la disminución del espacio articular y la presencia de osteofitos. En algunos casos, una Resonancia magnética puede ser necesaria para evaluar el estado del cartílago y otras estructuras blandas.
Tratamientos para la Artrosis de Rodilla
Aunque la Artrosis de Rodilla no tiene cura, existen múltiples opciones de tratamiento que pueden ayudar a manejar los síntomas y mejorar la calidad de vida:
- Tratamientos no farmacológicos: incluyen la Pérdida de Peso, ejercicios de bajo impacto, Fisioterapia, y el uso de ayudas como bastones o rodilleras
- Medicamentos: se pueden utilizar analgésicos o antiinflamatorios no esteroideos (AINEs). También existen opciones tópicas y tratamientos más avanzados como inyecciones de corticosteroides o Ácido Hialurónico
- Tratamientos quirúrgicos: en casos graves, puede ser necesario recurrir a la cirugía, que puede incluir desde procedimientos mínimamente invasivos como la Artroscopía, hasta la Sustitución Total de la Rodilla
La Artrosis de Rodilla es una condición común, especialmente en adultos mayores, que puede afectar significativamente la calidad de vida. Un diagnóstico temprano y un manejo adecuado pueden ralentizar la progresión de la enfermedad y mejorar la movilidad y el confort del paciente.