Tiroidectomia: extracción parcial o total de la glándula tiroides
Existen 2 procedimientos principales dependiendo de la causa, la tiroidectomía subtotal, donde se retira una porción o la mitad de la glándula tiroides, y la tiroidectomía total, donde se retira por completo la glándula.
Dr. Enrique García Galicia
La Tiroidectomía es un procedimiento quirúrgico en el cual se lleva a cabo el retiro del tejido tiroideo (glándula tiroides) que puede ser total, o parcial.
Las causas de la patología tiroidea se pueden dividir en benignas y malignas; ambas pueden requerir de manejo quirúrgico.
Causas benignas: quistes del conducto tirogloso, nódulos, bocio, enfermedad de graves, adenomas tóxicos, etc.
Causas malignas: cáncer de tiroides, carcinoma papilar, carcinoma folicular, carcinoma medular, carcinoma anaplásico, linfoma, carcinoma metastásico.
Los síntomas son inespecíficos, en muchas ocasiones el paciente puede cursar de forma asintomática. Algunos de los síntomas son: tumor en cuello, sensación de cuerpo extraño en cuello, vía digestiva o respiratoria, disfonía (alteraciones en el tono o volumen de la voz) y disfagia (dificultad para tragar-deglutir).
Tiroidectomía total o subtotal
Este es un procedimiento quirúrgico que se realiza bajo anestesia general. Los 2 principales procedimientos, dependiendo de la causa de la enfermedad, son la hemitiroidectomia (también llamada tiroidectomia subtotal) donde se retira una porción o la mitad de la glándula, y la tiroidectomia total, donde se retira por completo la glándula tiroidea.
A grandes rasgos se realiza una incisión en cuello (cervicotomia) donde se disecan los músculos del mismo (pretiroideos), se llega a la glándula tiroides que se encuentra anterior a la tráquea y se realiza la resección planeada. El especialista se puede apoyar de la tecnología para minimizar las complicaciones utilizando un bisturí armónico que funciona con ondas de ultrasonido que coagulan el tejido al mismo tiempo que lo cortan, también se puede apoyar de una cánula orofaringea que ayuda a identificar y cuidar los nervios que se encuentran junto a la glándula tiroides.
Cirugía de buenos resultados
La recuperación posterior a la cirugía es aproximadamente de 1 semana con pronóstico favorable, dependiendo de qué tipo de patología indicó el procedimiento; cabe recordar que la patología tiroides es una patología noble, a pesar de ser maligna otorga buenos resultados.