Todas las claves sobre la Artrosis de Cadera
La Artrosis de Cadera es una afección caracterizada por el desgaste de la articulación de la cadera, específicamente en la cabeza femoral.
Este desgaste implica la lesión del cartílago en la cadera, tanto en la cabeza femoral como en el acetábulo. Los síntomas primordiales de la Artrosis de Cadera incluyen dolor en la ingle que se irradia hacia el muslo y la rodilla, además de una progresiva limitación funcional que afecta la capacidad para realizar actividades diarias como caminar, sentarse, subir y bajar escaleras.
¿Cuáles son las causas?
Uno de los factores principales que contribuyen al desgaste de la cadera es la edad y el envejecimiento ya que, con el tiempo, el cartílago tiende a desgastarse. Sin embargo, también existen otras causas, como lesiones traumáticas debido a Fracturas o Luxaciones, problemas metabólicos como el ácido úrico, Enfermedades Autoinmunes como la Artritis Reumatoide o el Lupus, y el uso de ciertos medicamentos, como los corticosteroides, la prednisona o inmunosupresores.
Además, el Tabaquismo, la Obesidad y los Microtraumas Deportivos, así como el ejercicio de alto impacto, pueden ser causas de un desgaste prematuro de la cadera. El tratamiento de la Artrosis de Cadera puede variar según el grado de la lesión. En etapas iniciales, se pueden usar medicamentos para aliviar el dolor y reducir la inflamación, así como infiltraciones de ácido hialurónico para mejorar la funcionalidad de la cadera.
¿En qué momento se debe acudir a la cirugía?
Cuando el desgaste es severo, es necesario recurrir a una cirugía llamada Artroplastia de Cadera o Prótesis de Cadera, en la cual se reemplaza la parte dañada de la articulación con un implante metálico que sustituye tanto la cabeza femoral como el acetábulo. Los resultados de esta cirugía suelen ser muy satisfactorios, ya que alivia el dolor casi inmediatamente y restaura la funcionalidad de la cadera, permitiendo que los pacientes recuperen su calidad de vida y puedan realizar actividades físicas y diarias con normalidad.
Es importante destacar que esta cirugía debe ser realizada por un especialista en traumatología ortopedia con experiencia en Cirugía Articular, ya que se trata de un procedimiento delicado que requiere habilidades específicas para obtener los mejores resultados para el paciente.