Toxina botulínica: conoce sus distintos usos
El uso de la toxina botulínica es múltiple y variado, pues a diferencia de lo que se piensa, no sólo se utiliza en la medicina estética para arrugas de expresión.
Dra. Norma Gabriela Campos Cornejo
La toxina botulínica cosmética se aplica mediante microinyecciones directamente al músculo responsable de la formación de líneas de expresión o de arruga.
Esta sustancia debe ser aplicada por un médico, no puede aplicarse por enfermeras o cosmetólogas y es inyectada con una aguja muy fina en pequeñas cantidades sobre el musculo (para arrugas) o en la piel para sudoración.
Habitualmente se prepara al paciente con una crema anestésica para minimizar la molestia y en pocos días de 3-5 el paciente puede observar o sentir el efecto.
Otros usos y aplicaciones de la toxina botulínica
El uso de la toxina botulínica es múltiple y variado, pues a diferencia de lo que se piensa, no sólo se utiliza en la medicina estética para arrugas de expresión.
Desde hace 40 años se aplica en otras disciplinas como la oftalmología para el blefaroespasmo (anomalía de la función de los párpados); así como en urología, gastroenterología, neurología, y para la sudoración excesiva de axilas, manos, pies y cara. Este último tratamiento es aplicado también sólo por dermatólogos y cirujanos plásticos.
¿Quién no puede someterse a un tratamiento de toxina botulínica?
Realmente son pocas las contraindicaciones para el uso del toxina botulínica. Principalmente se recomienda evitarlo durante el embarazo, lactancia, tratamiento de radio o quimioterapia, y miastenia gravis (debilidad muscular grave).
En todas las demás circunstancias, para la aplicación del tratamiento es suficiente con una valoración clínica y acudir con un médico calificado para su aplicación.