Trasplante Renal: Riesgos y complicaciones asociadas al procedimiento
Los riesgos posteriores a un Trasplante Renal son diversos, el principal es el rechazo del injerto renal por causas celulares o humorales.
El tipo de rechazo tras un Trasplante Renal se puede analizar a través de una Biopsia del tejido, para así, identificar el tipo de intervención que se realizará. Otras de las complicaciones más comunes son el sangrado interno o ruptura de la conexión entre el riñón y la vejiga. Este último riesgo puede causar una fuga de orina o que la persona deje de orinar.
infecciones más comunes
Después de un Trasplante Renal se pueden manifestar Infecciones de las Vías Urinarias o Neumonía. Aunque la incidencia es baja, las personas especialistas deben contemplarlas para prevenirlas. Esa es la razón por la que se indican antibióticos profilácticos después de la intervención para evitar este tipo de complicaciones.
Cuando se presenta una infección es necesario identificar la causa a través de cultivos. Evitar las infecciones es fundamental en un Trasplante Renal, independientemente de si hay rechazo del tejido o no.
Complicaciones derivadas de la inmunosupresión
La inmunosupresión es necesaria en este procedimiento para disminuir las posibilidades de rechazar el tejido trasplantado. Sin embargo, esta condición que se genera puede ser un factor de riesgo para el desarrollo de infecciones debido a que la persona se vuelve hiporreactiva, es decir, las defensas están entrenadas para atacar virus o bacterias.
Otra complicación es la elevación de la toxicidad que pueden causar Daño Renal o Daño Hepático. Por ello, se recomienda manejar los niveles de sangre de cada paciente y hacer pruebas constantes de la función de estos órganos después del trasplante.
Riesgo de rechazo del tejido
Existen dos grandes causas para que se presente el rechazo del tejido: causas celulares y humorales. Esta complicación se presenta casi de forma inmediata después del Trasplante Renal. Es importante señalar que no existe un trasplante 100% seguro, ya que siempre hay condiciones que podrían comprometer la aceptación del nuevo tejido. En términos reales, uno de cada diez pacientes puede tener un grado de rechazo durante el primer año.
Ante cualquier anomalía se debe realizar una Biopsia Renal para identificar el tipo de rechazo y establecer un tratamiento, que principalmente, consiste en inmunosuprimir más al paciente.
Complicaciones con los medicamentos
Algunos fármacos utilizados para evitar el rechazo del tejido renal pueden causar algún tipo de daño óseo como la Osteoporosis. Además, condicionan al organismo y aumenta la probabilidad de desarrollar infecciones virales, bacterianas o fúngicas.
Es importante que la persona siga las recomendaciones del especialista y tenga ciertos cuidados para evitar Infecciones Urinarias, daño pulmonar o cualquier otra complicación asociada al Trasplante Renal.
Interacción con comorbilidades
Las principales complicaciones por enfermedades preexistentes están relacionadas con la Diabetes y la Hipertensión Arterial. En las personas hipertensas se puede generar un aumento de la presión arterial. En estos casos, es necesario el uso de antihipertensivos orales o intravenosos. Por otro lado, se recomienda disminuir el consumo de sal ya que las soluciones que se administran al paciente tienen una sobrecarga de este compuesto.
Las personas con Diabetes pueden presentar niveles muy elevados de azúcar en la sangre por lo que se debe administrar Insulina de forma rápida. Además, con esta enfermedad preexistente aumenta el riesgo de desarrollar infecciones en las vías urinarias o pulmonares.
Riesgo de Enfermedades Cardiovasculares
Es importante que antes y después de someterse a un Trasplante Renal se haga una evaluación cardiológica completa con Pruebas de Esfuerzo, Ecocardiograma u otras pruebas similares. Algunas de las complicaciones cardiovasculares más comunes son los Infartos o las Arritmias Cardíacas que pueden llevar a un Cateterismo Cardíaco.
El seguimiento después de un Trasplante Renal consiste en realizar estudios de laboratorio de forma periódica para evaluar la función renal. Además, las personas especialistas en Nefrología evaluarán la evolución del paciente, la adherencia al tratamiento médico y la función renal del nuevo tejido.