Trastorno de Ansiedad: Recomendaciones y Señales para Buscar Ayuda
El Trastorno de Ansiedad se caracteriza por la presencia constante de una sensación de incomodidad, miedo inespecífico o intranquilidad.
Es importante diferenciar entre la Ansiedad que podría considerarse normal —aquella que nos ayuda a reaccionar ante situaciones de peligro— y la Ansiedad Patológica, que puede ser altamente perjudicial.
A diferencia de la Ansiedad normal, el Trastorno de Ansiedad es considerado un problema de salud mental y puede tener múltiples causas. Estas pueden ser desde factores hereditarios y químicos, hasta situaciones de estrés crónico.
Causas y Síntomas del Trastorno de Ansiedad
El Trastorno de Ansiedad puede ser causado por varios factores, incluyendo la herencia, factores químicos y el estrés. Algunas personas pueden estar predispuestas a desarrollar Ansiedad desde la infancia debido a su temperamento aprensivo. Es común que estas personas desarrollen Trastornos de Ansiedad en la adolescencia o en la edad adulta.
Los síntomas de este trastorno son diversos, y los más comunes incluyen expectación aprensiva —un miedo inespecífico o una reacción exagerada ante estímulos que parecerían poco importantes—, hipervigilancia, y síntomas físicos como:
- Taquicardia
- Mareos
- Sudoración
- Dolores musculares y de cabeza
También puede aparecer el Bruxismo, una tensión a nivel mandibular que a veces lleva a las personas a buscar ayuda con un odontólogo, y que solo se alivia temporalmente con la utilización de guardas. Esto ocurre porque no se está atacando la causa subyacente, es decir, la Ansiedad.
Diagnóstico y su impacto en la vida de las personas
El diagnóstico de este trastorno se realiza a través de una valoración y una historia clínicas detallada. Algunos factores que pueden predisponer a una persona a desarrollar un Trastorno de Ansiedad son tener familiares con Ansiedad o Depresión, ser aprensivo desde la niñez, tener dificultades para manejar el estrés o haber tenido un trastorno mental anteriormente.
El momento adecuado para buscar ayuda es cuando los síntomas comienzan a generar disfunción en la vida cotidiana del paciente, ya sea a nivel familiar, escolar o laboral. En algunos casos, el Trastorno de Ansiedad puede ser tan grave que impida realizar actividades cotidianas, como salir a la calle o socializar.
De la misma manera, el Trastorno de Ansiedad puede tener un impacto significativo en las interacciones sociales de una persona. Por ejemplo, la Fobia Social, una forma de ansiedad, puede ser tan debilitante que impide a una persona salir a la calle, socializar e incluso realizar tareas tan simples como ir al supermercado. Por lo general, es en estos casos extremos cuando las personas buscan ayuda profesional.
Recomendaciones y Cuidados para la Ansiedad
En cuanto a los cuidados para la Ansiedad, es importante buscar ayuda profesional a través de la psicología y la psiquiatría, y seguir sus recomendaciones. También es útil mantener una vida equilibrada, se reomienda seguir alguna de las siguientes recomendaciones:
- Identificar los desencadenantes: Conocer lo que desencadena tu ansiedad puede ayudarte a manejarla mejor.
- Practicar técnicas de relajación: Técnicas como la respiración profunda, la meditación y el yoga pueden ayudarte a reducir los síntomas de ansiedad.
- Establecer una rutina de sueño regular: Un sueño adecuado puede ayudar a reducir la ansiedad y mejorar tu estado de ánimo.
- Alimentación saludable: Una dieta equilibrada puede tener un impacto positivo en tu estado de ánimo y energía.
- Ejercicio regular: El ejercicio regular puede ayudar a reducir la ansiedad y mejorar el estado de ánimo.
- Buscar apoyo profesional: Si sientes que la ansiedad está afectando tu vida, es importante buscar ayuda de un profesional de la salud mental.
Es importante destacar que la Ansiedad no debe confundirse con otros rasgos de personalidad o estados emocionales. No es lo mismo ser tímido, inseguro, o nervioso, que padecer un trastorno de ansiedad. Al no distinguir correctamente entre estos estados, se corre el riesgo de estigmatizar o dejar sin tratamiento a personas que necesitan ayuda profesional.
Esta es una afección que debe ser tomada en serio. Requiere ser tratada adecuadamente por profesionales de la salud mental y necesita de la empatía de las personas que rodean al paciente afectado.