Trastornos de conducta: ¿cómo afecta el medio ambiente? (Parte 1)
Desde la perspectiva de la psiquiatría, los problemas de conducta son trastornos en los cuales las personas, que pueden ser niños, adolescentes o adultos, transgreden límites y ocasionan problemas, o bien, daños a alguien más.
De acuerdo al manual DSM-5 en psiquiatría, básicamente hay dos tipos de problemas de conducta: uno es el oposicionista desafiante y el otro es el trastorno de conducta antisocial o disocial, en ambos casos debe de ser tratado por un psiquiatra certificado.
El trastorno oposicionista desafiante trata precisamente de alguien que cuestiona los lineamientos o las reglas y se resiste a seguirlas, pero no hace daño a nadie de ninguna manera, ni física ni personal.
Por otro lado, el trastorno de conducta antisocial sí puede presentar daño a otras personas. Así pues, hay niños que se convierten en victimarios o que provocan bullying en las escuelas. Existen adolescentes que chantajean o adultos que cometen algunos otros tipos de delitos. Es así como este tipo de conductas, en el peor de los casos, pueden derivar en actos delictivos.
Algunas señales a considerar para acudir a un especialista
Para detectar este tipo de trastornos de conducta existen algunas señales muy frecuentes, las cuales son importantes de considerar para acudir a un especialista. En los niños, es notorio cuando agreden a los demás, por ejemplo, cuando se reúnen en pandillas y que, liderados por alguien, eligen a un compañero como víctima para ocasionarle algún tipo de daño.
En los adolescentes, los perjuicios se presentan de manera similar, sólo que aquí pueden intervenir factores sexuales, donde su actividad sexual puede ser indiscriminada. En los adultos, si bien es cierto, que existen las personas que gustan de las peleas físicas o que buscan problemas, algunas de estas actitudes pueden tratarse de una conducta criminal. Es aquí donde se debe poner atención.