La Celulitis, que es y cómo prevenirla
La Celulitis es una enfermedad del tejido subcutáneo que afecta a un 99% de las mujeres en mayor o menor medida
El Tejido Conjuntivo Ahogado, saturado de agua y toxinas sin eliminar, se densifica, dando lugar a pozos y grumos que nos recuerdan la rugosa e irregular piel de una naranja.
La Celulitis es una enfermedad del tejido subcutáneo que afecta a un 99% de las mujeres en mayor o menor medida. Este trastorno no siempre lleva asociado un exceso de peso pues también se observa en personas delgadas.
La Celulitis aunque no pone en riesgo la salud del paciente, es considerada un problema estético que modifica contornos, causa molestias y minimiza el autoestima de quien la padece.
Dónde comienza la Celulitis
La piel es un órgano vital del ser humano que recubre nuestro cuerpo con el fin de aislarlo y protegerlo de las agresiones externas. Este órgano es imprescindible para la vida y está formado por tres capas.
- Epidermis:
Esta capa es la más externa. Su misión es la de reponer células y producir la Melanina que da color a nuestra piel
- Dermis:
Es la capa intermedia y contiene vasos sanguíneos, terminaciones nerviosas y glándulas sudoríparas
- Hipodermis:
Se denomina también el tejido subcutáneo y es la que contiene en su mayor parte las células que almacenan la grasa y que se denominan Adipocitos. Los Adipocitos acumulan sustancia grasa con el fin de regular la temperatura corporal y amortiguar posibles impactos externos. Cuando el almacenamiento de grasas no se armoniza con el desgaste de estas, se produce un aumento en la talla corporal. Así, los Adipocitos o células grasas aumentan su tamaño y empujan la piel creando pequeños abultamientos o protuberancias que se manifiestan al exterior con el nombre de piel de naranja.
Formación de la Celulitis
La Hipodermis está formada por multitud de Adipocitos o células grasas entre las que circulan una serie de líquidos nutritivos que son el sostén de la piel. Estos líquidos nutritivos están formados por sangre, linfa, agua y oxigeno y además de alimentar la piel tienen la función de eliminar toxinas. Hay veces en que los Adipocitos aumentan en exceso su tamaño impidiendo un correcto drenaje. Como consecuencia de esto, el líquido intercelular adquiere una consistencia espesa y el sistema micro-circulatorio no funciona de forma adecuada. Este proceso de "estancamiento" e incorrecta eliminación de toxinas produce la malformación externa de la piel conocida como celulitis.
Factores que influyen en la formación de celulitis:
- Tener antecedentes familiares
- Vida sedentaria y falta de ejercicio
- Dieta incompleta y desequilibrada
- Sobrepeso y problemas circulatorios
La Celulitis ¿ataca más a las mujeres que a los hombres?
La Celulitis es un trastorno que afecta en mayor medida a las mujeres que a los hombres. Esto es debido a que el contenido graso de los tejidos no es igual en unos que en otros. El hombre tiene de media un 15% de grasa frente a un 23% que tiene la mujer.
La grasa se almacena en ellas de forma dispersa en vientre, caderas y muslos mientras que en ellos lo hace directamente en la zona del abdomen. Por otra parte, la Celulitis es un fenómeno de origen hormonal muy ligado a las fluctuaciones en los niveles de estrógenos, que son hormonas típicamente femeninas. Otra de las causas que influye es la propia distribución de las células grasas en unos y en otros.
Mientras que en las mujeres los adipocitos se organizan perpendicularmente a la piel, en los hombres estos lo hacen de manera oblicua a la piel con lo cual se evita el efecto piel de naranja y se produce una menor deformación de los tejidos.
Periodos de riesgo de la Celulitis
La Celulitis surge repetidas veces ligada a cambios hormonales. Por este motivo se puede decir que los periodos de riesgo en los que puede aparecer dicho trastorno estas vinculados a fluctuaciones de este tipo como la pubertad, el embarazo y la menopausia. De igual manera podemos incluir dentro de esta lista los primeros meses de la toma de la píldora anticonceptiva. En la adolescencia se produce una autentica revolución de estrógenos que provocan acumulaciones de grasa en zonas como las caderas y los muslos. Algo parecido sucede en el embarazo cuando los niveles de hormonas se alteran. Por último en la etapa de la Menopausia el cuerpo femenino presenta una mayor tendencia a acumular o almacenar grasas más que a quemarlas o consumirlas.
Tipos de Celulitis
La Celulitis puede ser clasificada en varios tipos según sus características:
- Celulitis blanda:
Este tipo de Celulitis se aloja de forma especial en abdomen, brazos, glúteos y espalda. La Celulitis blanda afecta a mujeres entre 30 y 40 años que en la mayoría de los casos pasan de tener una vida activa a otra más sedentaria, y también la sufren aquellas mujeres que se han sometido a numerosas dietas a lo largo de su vida. En estos casos los tejidos adquieren una consistencia más floja y flotante que se mueve al andar. Sin embargo, este tipo de celulitis no suele ser dolorosa.
- Celulitis tipo compacta o dura:
Esta celulitis se aloja principalmente en la cara interna de las rodillas y en la parte externa de los muslos donde forma las antiestéticas cartucheras. Este tipo de trastorno suele originarse durante la adolescencia y si no se pone remedio puede durar para siempre. Al contrario que la celulitis blanda, la celulitis dura presenta una consistencia compacta y se vislumbra al apretar la piel con los dedos pues está adquiere una consistencia granulosa.
- La Celulitis edematosa:
Esta variante es una de las más problemáticas y se localiza en muslos y en rodillas. En este caso la parte más afectada es la parte inferior de las rodillas que se ensancha y adquiere la forma de columna. Su edad de aparición se produce entre los 20 y los 30 años y en numerosos casos viene acompañado por calambres y varices debido a la insuficiencia venosa y linfática que produce. Este tipo de celulitis es dolorosa y tiene una consistencia más rugosa al tacto que las anteriores.
Cómo evitar la Celulitis
La Celulitis debe ser tratada desde el principio de su aparición pues puede terminar deformando los miembros inferiores de las personas que la padecen. Como consecuencia es necesario evitar una vida sedentaria y optar por un ejercicio realizado de forma regular. Una alimentación equilibrada, alejada del tabaco y rica en fibras mejora el sistema circulatorio e impide la formación de Celulitis.
Alimentos que debemos aumentar para evitar la Celulitis
- Alimentos diuréticos:
esparrago, coliflor, melón, níspero uva, melocotón.
- Legumbres:
Todas ellas especialmente las judías que contienen Niacina y acido Pantoténico que son importantes para la salud de la piel. Es importante el consumo de soja que contiene Fitoestrógenos, que son hormonas vegetales que controlan desequilibrios hormonales que a menudo son causantes también de la celulitis.
- Vitamina A:
Esta vitamina es muy importante para el buen estado de la piel.
- Cereales integrales:
Que favorecen una mayor eliminación de toxinas.
- Onagra:
La onagra es un aceite que se comercializa en forma de perlas y que actúa regulando ciertos desarreglos hormonales.
Alimentos que se deben reducir para evitar la Celulitis
- Las grasas saturadas:
Este tipo de grasas se encuentran en la leche entera, en la mantequilla y sobre todo en los embutidos.
- La sal:
La sal favorece la acumulación de líquidos.
- Las bebidas alcohólicas:
El alcohol favorece la concentración de toxinas difíciles de eliminar.
- Azúcares:
Sobre todo se debe de evitar la bollería industrial que sin aportar vitaminas ni minerales aporta grasas que se acumulan en todas las partes del cuerpo.