Tratamiento del Cáncer de Piel (Carcinoma, Melanoma) sin cirugía
El Tratamiento Oncológico corresponde al Láser en algunas determinadas ocasiones, también se pueden utilizar algunos tratamientos tópicos
Métodos recomendables para el tratamiento del Cáncer de Piel
El Tratamiento Oncológico corresponde al Láser en algunas determinadas ocasiones, dependiendo del tipo y profundidad de la Lesión Tumoral.
Entre los métodos físicos disponemos sobretodo del nitrógeno líquido: éste es un arma terapéutica hoy en día muy importante que destruye por completo todas las Lesiones Tumorales Superficiales y, en ocasiones, alguna más profunda.
También se pueden utilizar algunos tratamientos tópicos que mediante la aplicación directa de una crema específica, realizan una quemadura en las lesiones que están a nivel de la piel.
Anestesia más recomendable
Normalmente, cuando se realiza un tratamiento con cirugía o con Láser se utiliza anestésico por vía subcutánea y por vía interdérmica a nivel peri-lesional. Todo lo que son otros tipos de tratamientos físicos o químicos ya no requieren de anestesia previa.
Riesgos o efectos secundarios
En principio se puede decir que los riesgos derivados de los tratamientos que puedan realizarse mediante láser pueden dejar alguna cicatriz pero, obviamente, es mucho mejor dejar una cicatriz que dejar un tumor. Tanto en los métodos físicos como en los químicos normalmente no se acostumbra a dejar cicatriz.
¿Qué resultados se pueden esperar?
Los resultados que se pueden y se deben obtener son la curación de los tumores. En este sentido, según el tipo de tumor, la localización, la profundidad y otros factores a tener en cuenta, se escogerá el tratamiento más adecuado entre las técnicas descritas anteriormente.
¿Cuándo puedo reanudar mis actividades después del tratamiento?
Normalmente los pacientes se pueden incorporar a sus actividades diarias el mismo día de la realización del tratamiento.
¿Cómo detectar el Cáncer de Piel?
Hay que consultar con el Dermatólogo cuando cualquier lesión cutánea manifieste cambios o cuando haya cualquier lesión de nueva aparición que no cura ni acaba de mejorar. También cuando esta lesión empieza a molestar, a sangrar, a picar o a cambiar de color, obligaría de inmediato consultar con el especialista.