Tumores Oculares: Los lentes de sol pueden no ser suficientes para protegerlos
Los tumores en los párpados y el globo ocular pueden ser benignos o malignos, son lesiones poco frecuentes, pero deben ser diagnosticadas y tratadas a tiempo ya que pueden poner en riesgo la visión o incluso la vida del paciente.
Muchos de los tumores que afectan los párpados se originan en las células de la piel, aunque el cáncer es una enfermedad multifactorial su principal factor de riesgo es la exposición a Rayos UV.
Todas las personas podemos presentar tumores benignos o malignos en párpados y globo ocular, sin embargo, son más frecuentes en personas mayores o con algún estado de inmunodeficiencia.
¿Cómo identificarlos?
Los tumores en el globo ocular pueden ser completamente asintomáticos, o causar síntomas solo cuando ya están muy avanzados por ello, es recomendable realizar una evaluación ocular periódica para realizar un diagnóstico temprano.
Los tumores malignos en los párpados casi siempre son visibles, lamentablemente a veces son subestimados como lesiones benignas como lunares o verrugas, y esto demora su tratamiento.
Realizando una exploración completa y detallada, es importante que ante cualquier lesión sospechosa de malignidad asistir con un médico experto para realizar un diagnóstico y tratamiento precisos.
¿Cómo se tratan actualmente?
El tratamiento depende siempre del tipo, de tumor, su localización, las condiciones generales del paciente y su visión; sin embargo, la mayoría de los tumores son susceptibles de tratamiento quirúrgico, existen otras modalidades según el caso como quimioterapia local o sistémica, radiación, etc.
Lamentablemente un diagnóstico y un tratamiento tardío pueden llevar a la pérdida del globo ocular y por lo tanto de la visión, siendo definitiva y no recuperable. En los peores casos cuando se trata de tumores muy agresivos como el Melanoma pueden dar metástasis rápidamente y causar la muerte.
Acciones para prevenir
Es importante como pacientes acudir tempranamente a revisión ante síntomas como baja visual, dolor ocular, enrojecimientos o bultos anormales y que no mejoran y/o que crecen. Estar informados sobre qué especialista es el ideal para dar un manejo adecuado a cada padecimiento.
Así mismo como evitar exponerse al sol durante las horas pico y de ser necesario utilizar la protección necesaria para un cuidado correcto de la vista.