Tumores Ováricos: tipos, características y manejo clínico
Un Tumor es una bola o un tejido con una sustancia que está en algún lugar del cuerpo y puede tener diferentes contenidos. Los Tumores Ováricos pueden ser sólidos (llenos de tejido) o quísticos (llenos de líquido).
Existen distintos tipos de Quistes, los más comunes son los funcionales, es decir, aquellos que son derivados de la función natural del ovario. En el ciclo menstrual está la fase folicular que culmina con su rompimiento y liberación en el sangrado. En ocasiones, cuando el folículo no se rompe se puede formar un Quiste. Este cuerpo no presenta un problema mayor y no requiere tratamiento quirúrgico ya que, por lo general, se deshacen naturalmente en un periodo de dos a cuatro meses.
Otro tipo de Quiste funcional son los Quistes de Cuerpo Lúteo, estos se forman en la segunda fase del ciclo ovárico. Se trata de un cuerpo que puede permanecer durante algunas semanas o meses y que se deshacen sin la necesidad de requerir un tratamiento específico. En estos casos, la indicación es darle seguimiento hasta que desaparezca. Es muy común confundir estos Quistes por su apariencia heterogénea, ya que cuentan con aspecto sólido y quístico al mismo tiempo.
Por otro lado, están los Tumores sólidos que suelen ser menos frecuentes que los Quistes. Dentro de este grupo los más comunes son los Fibromas (muy parecidos a los Miomas Uterinos), se trata de cuerpos inertes que se asemejan a una cicatriz redonda dentro del ovario.
Existen también los Tumores Quísticos Neoplásicos que están llenos de agua y son perfectamente redondos. Es común confundir este tipo de Tumor con un Quiste Folicular, ya que en el Ultrasonido suelen verse exactamente iguales. La principal diferencia es que este tipo de Tumor no se va a deshacer con el tiempo, sin embargo, la única manera de identificar si es un Tumor Quístico Neoplásico o un Quiste Folicular es a través de su extracción y posterior análisis en patología. En ambos casos la principal recomendación no es la cirugía, sino mantener una observación constante, en caso de que el cuerpo comience a crecer, es probable que se recurra a una Cirugía Laparoscópica para su extracción.
Otro tipo de Tumor son los Teratomas, los cuales son congénitos, es decir, que están presentes desde antes de que la mujer nazca. Los Teratomas suelen ser cuerpos igualmente heterogéneos. Finalmente tenemos los Endometriomas que son causados por la Endometriosis. Se trata de un Quiste de sangre acumulada que eventualmente se oxida y al extraerlo tiene la apariencia de un líquido espeso color café.
Para poder diferenciar entre los cuerpos heterogéneos es necesario mantener una observación constante. En el caso de los Quistes de Cuerpo Lúteo, se podrán identificar debido a que desaparecerán naturalmente. En caso de que pasen algunos meses, se mantenga la presencia de este cuerpo o incluso se perciba un crecimiento, es posible sospechar que se trata de un Endometrioma o un Teratoma. Lo que se debe hacer es complementar con la historia clínica, por ejemplo, si se trata de Endometriosis pueden manifestarse algunos síntomas como dolor durante la Menstruación; sin embargo, la única manera certera de diferenciarlos es a través de la cirugía.
Síntomas
Por lo general, los Quistes o Tumores Ováricos no presentan síntomas por lo que suelen ser difíciles de diagnosticar. Sin embargo, cuando los cuerpos crecen pueden comprimir algunos órganos y esto a su vez, puede producir algunos síntomas que dependerán del lugar en el que se encuentre el Tumor, algunos malestares pueden ser:
- Vejiga: puede haber compresión, problemas para vaciarla
- Uréter: presencia de dolor, desarrollo de afección en el riñón, Pielonefritis o alguna infección renal
- Gastrointestinal: puede causar Estreñimiento, distensión u obstrucción intestinal, puede haber presencia de gases o molestias durante las relaciones sexuales
En caso de que se trate de Tumores que producen hormonas (que suelen ser los derivados de la función del ovario) puede haber afectaciones en el ciclo ovárico, lo cual se traduce como Trastornos en la Menstruación. Esta manifestación suele ser más común en mujeres cercanas a la Menopausia
Los Quistes de Cuerpo Lúteo también pueden producir hormonas, principalmente estrógeno y progesterona. Algunos de los síntomas relacionados con la producción de estas hormonas suelen ser alteraciones en el ciclo menstrual, aparición de Acné, mayor crecimiento del vello corporal o mayor congestión en los pechos.
Detección
La forma más común para diagnosticar los Tumores Ováricos es a través de una exploración física citológica y con ayuda de un Ultrasonido Vaginal. Según el tipo de cuerpo que se detecte, se decidirá el tratamiento a seguir que, por lo general, se empieza con una observación constante con base en las propias características del Tumor. Otra forma de diagnosticar la presencia de estos cuerpos es con base en la sintomatología, sin embargo, siempre será necesario confirmarlo con un método de imagen.
Prevención
En el caso de los Quistes Funcionales que son derivados de la función del ovario, no hay necesidad de prevenirlos. Cuando las pacientes se acercan a la Menopausia y la presencia de estos cuerpos foliculares producen alteraciones hormonales y esto se vuelve incómodo para la paciente, entonces se puede dar un tratamiento hormonal similar a las pastillas anticonceptivas. Con ello, se puede prevenir que se generen estos Quistes.
En los Quistes Neoplásicos y los Teratomas no hay manera de predecirlos ni evitarlos, se trata de Tumores Benignos cuyo único problema puede ser que crezcan, sean más pesados y generen otras complicaciones.
En el caso de los Endometriomas, es necesario considerar el dolor que tiene la paciente. Es probable que requiera un tratamiento médico para ayudar a que la Endometriosis no progrese. En cuanto a los Tumores, será necesario un tratamiento hormonal o la extracción con cirugía.
Finalmente, cuando se trata de Tumores Malignos y existe una predisposición genética a desarrollarlos (por ejemplo, cuando se trata de una tendencia familiar), se puede recurrir a el retiro de los ovarios para evitar el desarrollo de estos cuerpos.
Es importante recalcar que los Quistes o Tumores Ováricos no siempre deben quitarse mediante una cirugía. Para poder darle seguimiento es necesario acudir con personas especialistas en Imagen para una primera evaluación y con un Biólogo de la Reproducción en caso de que la principal preocupación sea la posible Infertilidad.