Vacunas COVID-19 durante el embarazo
Riesgo de infección por COV1D-19 durante el embarazo
Si bien el riesgo absoluto conocido es bajo, el embarazo se asocia con un mayor riesgo de enfermedad materna grave como el ingreso a la unidad de cuidados intensivos (UCI), ventilación mecánica o muerte.
Se sabe que existe un mayor riesgo de complicaciones por COVID-19 en pacientes embarazadas con problemas de salud subyacentes (por ejemplo, Diabetes, Obesidad, edad avanzada y enfermedades cardiovasculares). Además, existe un mayor riesgo para ciertas poblaciones raciales y étnicas.
Seguridad de las vacunas COVID-19
Las mujeres embarazadas no se incluyeron en los ensayos clínicos de la vacuna COV1D-19, sin embargo los fabricantes están recopilando datos de observación de las personas embarazadas vacunadas y hasta la fecha, no se han identificado señales de seguridad.
Sobre la base de la limitada información, no se han observado señales de seguridad específicas en las personas embarazadas inscritas en el registro de embarazos v-safe, sin embargo se necesita un seguimiento longitudinal.
Los primeros datos del registro de embarazos v-safe de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) demuestran que los efectos secundarios y los eventos adversos observados entre las personas embarazadas en el verificador de estado de salud no indicaron ningún problema de seguridad.
Los datos de los estudios de modelos animales de toxicidad para el desarrollo y la reproducción (DART) para las vacunas COVID-19 de Pfizer-BioNtech, Moderna y Janssen (Johnson & Johnson) no han demostrado ningún problema de seguridad durante el embarazo.
Con base en el mecanismo de acción de estas vacunas y la seguridad y eficacia demostradas en los ensayos clínicos de Fase II y Fase III, se espera que el perfil de seguridad y eficacia de la vacuna para las personas embarazadas sea similar al observado en las personas no embarazadas.
Cualquiera de las vacunas COVID-19 actualmente autorizadas se puede administrar a personas embarazadas o lactantes. La ACIP no establece una preferencia de producto, sin embargo las personas menores de 50 años, embarazadas, en período de lactancia y en período de posparto deben ser conscientes del riesgo poco común de trombosis con síndrome de trombocitopenia (STT) después de recibir la vacuna COVID-19 de Janssen y otras vacunas COVID-19 autorizadas por la FDA (es decir, vacunas de ARNm) disponibles.
Los pacientes que reciben la vacuna Janssen COVID-19 deben ser informados de los síntomas de SST, que incluye dolor de cabeza intenso, cambios visuales, dolor abdominal, náuseas, vómitos, dolor de espalda, dificultad para respirar, dolor o hinchazón de las piernas, petequias, fácil aparición de hematomas o sangrado. Se debe aconsejar a los pacientes que experimenten estos síntomas que busquen una evaluación médica inmediata.
Ninguna de las vacunas COVID-19 disponibles para su uso bajo EUA causa infertilidad. El lugar de la inyección y los eventos sistémicos (efectos secundarios) son comunes, por ejemplo, dolor en el lugar de la inyección, fiebre, dolor muscular, dolores de cabeza, fatiga y otros síntomas pueden estar presentes después de la vacunación.
Se recomienda el paracetamol para mujeres embarazadas que experimentan fiebre. Estos efectos secundarios son una parte normal de la reacción del cuerpo a la vacuna y el desarrollo de anticuerpos para proteger contra la enfermedad COVID-19.
Además, se recomienda el monitoreo continuo de la seguridad planificado a través de muchos programas gubernamentales y no gubernamentales
Otros programas de seguridad incluyen:
- Sistema de notificación de eventos adversos de vacunas (VAERS)
- Enlace de datos de seguridad de vacunas (VSD)
- Sistemas de informes patrocinados por el fabricante
- Pfizer-BioNtech
- Moderna
- Janssen
El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG, por sus siglas en inglés) recomienda que las personas embarazadas tengan acceso a las vacunas contra el Coronavirus, aunque estas son limitadas, los datos de seguridad actuales sobre el uso de las vacunas COVID-19 durante el embarazo no indican ningún problema de seguridad.
En áreas de la autonomía del paciente, el ACOG recomienda que las personas embarazadas sean libres de tomar sus propias decisiones con respecto a la vacunación del COVID-19.
Si bien se alienta a las personas embarazadas a discutir las consideraciones de vacunación con su equipo de atención clínica cuando sea posible, no se debe requerir documentación de dicha discusión antes de recibir una vacuna de COVID-19.
Los siguientes puntos de conversación están destinados a ayudar o orientar las conversaciones sobre riesgos y beneficios con pacientes embarazadas.
Eficacia de las vacunas COVID-19
Hay datos limitados disponibles sobre la eficacia de las vacunas COVID-19 en el embarazo, pero hasta ahora, las vacunas parecen ser igualmente efectivas en personas embarazadas y no embarazadas.
Todas las vacunas COVID-19 actualmente disponibles han demostrado una alta eficacia entre sus respectivos criterios de valoración de ensayos clínicos.
La eficacia de la vacuna
La eficacia de la vacuna se basa en el momento y el Iugar donde se realizaron los ensayos y los virus del SARS-CoV-2 circulantes y la comparación directa de los resultados de estos ensayos es inapropiada en este momento.
Las personas pueden recibir cualquier producto que se les ponga a su disposición y puede confiar en la capacidad de la vacuna para proporcionar un alto nivel de protección para riesgo individual de la paciente embarazada según las circunstancias.
La capacidad de limitar las exposiciones (por ejemplo, espacio vital, transporte, entorno de trabajo, disponibilidad de EPP). El riesgo y la gravedad potencial de la enfermedad materna, incluidos los efectos de la enfermedad en el feto y el recién nacido.
La seguridad de la vacuna para la paciente embarazada y el feto. Seguridad y eficacia para el recién nacido
Actualmente no hay datos disponibles sobre la protección del recién nacido con la inmunización materna. Los anticuerpos IgG después de la vacunación materna en el tercer trimestre se han demostrado en estudios observacionales. Sin embargo, no hay datos disponibles para demostrar si esto previene la enfermedad COVID-19 en recién nacidos.
Actualmente no hay ninguna vacuna disponible para bebés o niños pequeños.
Consideraciones especiales para comunidades de color
El acceso y la confianza en las vacunas COVID-19 es de importancia crítica para todas las comunidades, pero la voluntad de considerar la vacunación varía según el contexto del paciente, en parte debido a las injusticias históricas y continuas y al racismo sistémico que ha erosionado la contianza en algunas comunidades de color. AI hablar sobre las vacunas COVID-19 con una persona que expresa inquietudes, es fundamental:
- Ser consciente de las injusticias históricas y actuales que se perpetúan en las comunidades de color.
- Escuche activamente y valide los miedos e inquietudes expresados
- Continuar apoyando a los pacientes que deciden no vacunarse, compartir recursos y fomentar el uso continuado de medidas de prevención.
Todas las personas deben tener la opción de recibir cualquiera de las vacunas COVID-19 autorizadas por la FDA disponibles. Si alguna persona elige un tipo de vacuna COVID-19 sobre otro por cualquier motivo, esta decisión debe ser respaldada.
Apoyo continuo
Las pacientes embarazadas que rechacen la vacunación deben recibir apoyo en su decisión. Independientemente de su decisión de recibir o no la vacuna, estas conversaciones brindan la oportunidad de recordar a los pacientes la importancia de otras medidas de prevención como:
- Usando una máscara
- Mantenerse al menos a 1.5 m de distancia de los demás
- Evitando multitudes
- Lavarse las manos con agua y jabón durante 20 segundos o usar un desinfectante de manos con al menos un 60% de alcohol
- Seguir la guía de cuarentena después de la exposición al COVID-19
- Seguir cualquier guía aplicable en el lugar de trabajo