La Variante Delta: un motor de la nueva ola de COVID-19
La Variante Delta del COVID-19, identificada por primera vez en la India, ha generado gran preocupación en México y el mundo.
Su rápida propagación y la incertidumbre sobre si afecta la inmunidad ya adquirida, tanto por vacunas como por infecciones previas, han puesto en alerta a los sistemas de salud. A continuación, analizamos el impacto de esta variante en la inmunidad y qué se debe hacer para protegerse.
¿Qué es la Variante Delta?
La Variante Delta (B.1.617.2) es una de las mutaciones más contagiosas del virus SARS-CoV-2. Se estima que su capacidad de transmisión es un 60% mayor que la de la variante Alfa, que a su vez era más contagiosa que el virus original. Esto ha provocado un aumento en los casos en diversas partes del mundo, incluyendo México, donde se reportan cientos de nuevos contagios diarios, particularmente en ciudades como la Ciudad de México y Baja California.
¿La Variante Delta afecta la inmunidad?
Una de las mayores preocupaciones respecto a la variante Delta es su potencial para reducir la efectividad de las vacunas y la inmunidad natural. Aunque esta mutación es más resistente frente a algunas vacunas, los estudios han mostrado que las vacunas actuales siguen ofreciendo protección significativa, sobre todo contra enfermedades graves y hospitalizaciones.
Efectividad de las vacunas contra la Variante Delta
Diversos estudios han demostrado que las Vacunas de ARNm, como Pfizer-BioNTech y Moderna, ofrecen una alta efectividad frente a la variante Delta, especialmente después de recibir las dos dosis. Según datos preliminares, la protección contra la hospitalización puede llegar al 88%, incluso con esta variante.
Por otro lado, vacunas como AstraZeneca también han mostrado una eficacia moderada, aunque algo menor que contra las variantes anteriores. Se destaca la importancia de completar el esquema de vacunación para maximizar la protección.
¿Qué significa para México la Variante Delta?
En México, la llegada de la Variante Delta ha coincidido con un aumento de casos de COVID-19, particularmente en los estados del norte y la capital. Sin embargo, a pesar de su alta capacidad de transmisión, no se ha registrado un aumento significativo en las tasas de mortalidad o gravedad de los síntomas comparado con otras variantes del virus.
¿Está en riesgo la inmunidad?
Si bien la Variante Delta puede disminuir ligeramente la efectividad de las Vacunas en términos de evitar infecciones leves, no hay evidencia concluyente de que ponga en riesgo la inmunidad frente a formas graves de la enfermedad. En países como Estados Unidos, el 55% de la población ya cuenta con inmunidad parcial, ya sea por vacunación o por infección natural, lo que sugiere que la inmunidad colectiva puede lograrse con el tiempo.
En México, se estima que una parte importante de la población ha adquirido cierta inmunidad, bien sea por la aplicación de Vacunas o por haber contraído la enfermedad. Sin embargo, expertos como el Dr. Scott Gottlieb, exdirector de la FDA, advierten que la inmunidad podría aumentar de un 50% a un 85% con la llegada de esta variante, especialmente si se acelera el proceso de vacunación.
Especialista al cual acudir
Aunque la variante Delta es más contagiosa, las vacunas actuales siguen siendo una herramienta clave para controlar su propagación y prevenir formas graves de COVID-19. La inmunidad adquirida por la vacunación y las infecciones previas ofrece una protección considerable, aunque no absoluta.
Es fundamental que la población siga las recomendaciones de las autoridades sanitarias y de los especialistas en Infectología, acudiendo a vacunarse y manteniendo las medidas de prevención para minimizar el riesgo de infección y contribuir al control de la pandemia en el país.