Varices Esofágicas
Las várices esofágicas son usualmente una consecuencia de la hipertensión portal, dado que son trayectos vasculares colaterales que se forman para disminuir la presión portal.
Dr. José Luis Beristain Hernández
La presencia de várices esofágicas es frecuente en nuestro país, ya que la prevalencia de enfermedades hepáticas es importante, ya sea por daño hepático secundario a ingesta crónica de alcohol, por virus de hepatitis o por otras enfermedades. Pueden ser asintomáticas, hasta que se manifiestan con un sangrado de tubo digestivo, que en ocasiones puede ser grave.
El principal riesgo de no realizar la detección de várices esofágicas en pacientes es presentar un sangrado de tubo digestivo, es decir, que dichas várices se erosiones o rompan y sangren. Es muy importante la prevención de un sangrado por várices, dado que es un evento que pone en peligro la vida de los pacientes.
La prevención de las várices esofágicas va enfocada a prevenir los factores que pueden ocasionar una hipertensión portal, es decir, todos los virus que atacan el hígado de forma crónica, así como factores como el hígado graso, el alcohol o toxinas.
Diagnóstico de las várices esofágicas
Este padecimiento puede ser muy peligroso de no detectarse y tratarse a tiempo, entre más tiempo pase sin realizarse un diagnóstico, es mayor el riesgo de presentar un sangrado, que en muchas ocasiones puede poner en riesgo la vida.
La detección de las várices esofágicas puede ser incidental o intencionada. Se dice que es incidental cuando se encuentran várices en pacientes a los que se les realiza una endoscopia por otro motivo, sin antecedente de sangrado digestivo y se encuentran várices. En estos pacientes el objetivo es iniciar el manejo para prevenir el sangrado. Por otro lado, la detección intencionada es aquella que se realiza en los pacientes con una hipertensión portal ya conocida, en quienes la endoscopia tiene el fin de identificar la presencia de várices.
La prueba de elección es la panendoscopia; donde se pueden observar de forma directa, valorar su trayecto, forma y signos de sangrado previo y realizar un tratamiento. Este estudio consiste en la introducción de un pequeño tubo con una cámara de video que permite observar de forma directa la forma, trayecto y alteraciones en el esófago, estómago y la primera parte del intestino delgado. Esta prueba permite identificar las várices, detectar su etapa clínica y dar el tratamiento adecuado para prevenir un sangrado variceal. También, es muy importante realizar una endoscopia, dado que en pacientes cirróticos no existen otros métodos confiables para predecir que pacientes tendrán un sangrado variceal. Por último, existen otras pruebas indirectas para identificar la presencia de várices esofágicas, como la elastografía, que, sin ser el estudio de elección, puede utilizarse como una herramienta alterna.
Tratamiento para las varices esofágicas
Las várices esofágicas pueden erradicarse con tratamiento endoscópico, mediante la realización de ligaduras de forma repetida hasta lograr desaparecerlas y el tratamiento médico necesario para disminuir la presión portal y poder disminuir el riesgo de un sangrado.
En caso de ser várices detectadas de forma “incidental”, el tratamiento que se instaura en pacientes con hipertensión portal, es médico.
En el caso de que el diagnóstico sea secundario a una endoscopia por un sangrado digestivo, el tratamiento consiste en ligar dichas várices para detener el sangrado y posteriormente en realizar seguimientos endoscópicos a fin de erradicar dichas várices. En cualquiera de los dos casos, el tratamiento va encaminado a prevenir un sangrado o un re-sangrado.