Vértigo: síntoma de alarma que expresa una alteración en el equilibrio
El vértigo es una alucinación que se percibe como sensación de movimiento del cuerpo o medio ambiente.
¿Qué es el vértigo?
El vértigo es un signo de alarma que señala una alteración en el espacio o equilibrio. Puede ser transitoria, permanente o recurrente. Este padecimiento debe ser diagnosticado y tratado por un otorrinolaringólogo dado su origen multifactorial, puede tener diferentes causas, como:
- Otológicas (oído): Vértigo postural paroxístico benigno, neuritis vestibular, enfermedad de Meniere
- Neuro-Otológicas: Tumores intracraneanos (schwannomas, meningiomas)
- Cardiovasculares: Arritmias, hipertensión o hipotensión arterial
- Neurológicas: Epilepsia, enfermedad de Parkinson, esclerosis múltiple
- Hematológicas: anemia, síndrome de hiperviscosidad
- Vasculares: Estenosis carotidea, vasculitis, isquemia cerebelar
- Metabólicas: Diabetes mellitus, hipoglicemia
- Visuales: miopía, astigmatismo
- Otras: trauma craneoencefálico o algunos medicamentos
Los síntomas que se manifiestan son: sensación de movimiento (desequilibrio, inestabilidad, mareo) del cuerpo o del entorno, nausea y/o vómito.
Diagnóstico y tratamiento
Para diagnosticar el vértigo se debe realizar un historia clínica y exploración física completa con el fin de diferenciar las causas cerebrales, otológicas, metabólicas o algunas otras causas sistemáticas que condicionan la sintomatología, éstas últimas requerirán valoración y tratamiento de acuerdo a lo que indique el especialista.
De acuerdo a la causa se solicitarán pruebas específicas. Para el caso del vértigo de origen otológico, pueden solicitarse pruebas como audiometría, videoelectronistagmografía, potenciales miogénicos vestibulares, prueba de impulso cefálico, posturografía, pruebas de imagen (tomografía y/o resonancia magnética); esto dependiendo de cada paciente.
El tratamiento se enfoca en:
- Aliviar el vértigo y la sintomatología de náuseas o vómito, ya que son las molestias incapacitantes
- Establecer un diagnóstico, para así elegir el tratamiento adecuado
- Favorecer la recuperación funcional de la estabilidad.
Un error frecuente en el tratamiento de un paciente con vértigo, es sólo tratar la sintomatología sin llegar a precisar el diagnóstico condicionante. Dentro del “armamentarium” disponible y dependiendo de cada caso en particular se pueden utilizar maniobras de reposicionamiento laberíntico para el vértigo postural paroxístico benigno farmacoterapia sistémica para la neuronitis vestibular, modificación dietética, farmacoterapia oral e intratimpánica para el caso de la enfermedad de Meniere.