¡Ya no más! Erradiquemos la violencia contra las mujeres
Debido al confinamiento provocado por la Pandemia de COVID-19, se reporta que hasta el 9.2% de las mujeres mexicanas han experimentado algún tipo de violencia familiar en los últimos 8 meses.
En el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, buscamos crear conciencia y denunciar los hechos que ponen en riesgo la vida de cientos de miles de mujeres y niñas en México y el mundo. Hoy los refugios, centros de auxilio e información se encuentran cerrados o saturados; las agraviadas están acorraladas en un ciclo cotidiano de violencia.
Contexto de la violencia contra las mujeres en 2020
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) realizó la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) para determinar el nivel de violencia familiar durante el 2020, en esta encontraron que el punto más alto de agresiones se dio entre junio y agosto, es decir, el impacto violento entre integrantes familiares no fue inmediato, sino que se desgastó en un periodo estimado de 8 meses.
Sobre el tipo de ataques que recibieron, el estudio reflejó que las ofensas y/o humillaciones representaron un 6.6% de las encuestadas, donde el 2.1% aseguró haber sido violentada físicamente y el resto con manifestaciones de agresiones verbales.
Gracias a las conexiones estadísticas que realiza el INEGI año con año, se puede relacionar la violencia contra las mujeres con delitos graves, entre los que destacan: los feminicidios, abuso sexual, acoso sexual, hostigamiento sexual, violación/violación equiparada, estupro, trata de personas con fines de explotación sexual, trata de persona con otros motivos y la violencia de género en todas sus modalidades distinta a la violencia familiar.
La violencia Económica y Psicológica
Existen diferentes tipos de violencia, sin embargo, por su normalización y recurrencia es de vital importancia detectar la económica y la psicológica.
Violencia Económica
La violencia económica se puede ejercer de diferentes maneras, pero una de las principales es que la pareja demuestre permanentemente un control sobre los gastos e ingresos familiares. En algunos casos, el agresor crea una dependencia tal que la mujer pierde su autonomía y la deja totalmente vulnerable. Una recomendación principal es que las mujeres siempre tengan a su alcance un plan de ahorro para en algún momento buscar una salida y migrar a otro sitio, ya sea con un familiar o algún pariente cercano.
La violencia psicológica acompañada de la cultura machista
La violencia psicológica puede coexistir con las demás (física y económica), principalmente utilizan otros medios como los insultos, aislamientos, humillaciones y en un ámbito de género, los roles en una relación. En otras palabras, este tipo de violencia abusa del poder a través del control.
Por otro lado, los ideales machistas juegan un papel crucial en la violencia, esto se explica desde las limitantes y abusos políticos, sociales y culturales que afrontan las mujeres desde que nacen. En nuestra cultura patriarcal se legitima y se vuelve normal ejercer el poder sobre las mujeres. Esto nos lleva a repetir patrones de violencia familiar, es decir, que la violencia intrafamiliar puede permanecer durante generaciones sin cambios, ya que se tiende a seguir los roles de modelaje que aprendemos en nuestra infancia, y si se nos enseñó que la mujer es la que sirve al hombre creemos que esa es nuestra obligación.
Como anteriormente se dijo, las mujeres en gran medida también ayudan a fomentar los roles machistas, perpetuando la violencia al decirle a los hijos “que sirva tu hermana” o estar avergonzadas porque las hijas no tienen pareja a cierta edad.
Ejemplos y escenarios de la violencia contra las mujeres
A veces es difícil detectar la violencia no verbal o simbólica, los siguientes ejemplos y escenarios ayudarán a reconocerlos y demandarlos:
- Muchas mujeres, adolescentes e incluso niñas, son violentadas por su pareja controlándolas y exigiéndoles obediencia. Estipulando, por ejemplo, la hora en la que tienen que llegar a casa, el número de mensajes que reciben y decidiendo la forma en la que visten
- Las parejas suelen limitar las relaciones sociales que tienen con sus amigos e incluso familiares, esto indirectamente provoca que las mujeres se queden solas y sin alguien a quien recurrir
- Los agresores procuran ejercer su dominio desde el principio y asignan roles en la relación, donde la esposa, por ejemplo, se haga cargo de los hijos, la limpieza doméstica y preparación de la comida
- Estas son algunas frases a las que suelen recurrir las personas violentas: “si te dejo te vas a quedar sola, ¿qué vas a hacer sin mí?”, “Tú cuida a los hijos y yo trabajo para mantener a la familia”, “Las mujeres a la casa”, etc.
Reflexiones finales
Además de la violencia en contra de las mujeres, hay un gran número de segmentos de la sociedad que han sufrido agresiones en casa: como los niños, adolescentes, adultos mayores y comunidad LGBTQ+, entre otros. Debido a la presencia de adicciones, falta de control, masculinidades nocivas y antecedentes familiares, es decir, hay personas que combaten dos Pandemias.
Ser víctima de violencia de género te hace vulnerable a padecer trastornos de salud mental como: ansiedad, depresión, trastornos adaptativos, estrés postraumático, adicciones y trastornos alimenticios.
Llegó la hora de levantar la voz y pasar a las acciones; para erradicar la violencia contra la mujer es necesario que actuemos todos y no quedarnos callados: si ves, sufres o sabes de algún caso de violencia familiar, denúncialo y auxilia a la víctima.