¿Qué es un Esguince?

Los Esguinces son torceduras o distensiones de los Ligamentos que se producen cuando se estiran demasiado o cuando una Articulación se sitúa en una posición antinatural.

El paciente que sufre un Esguince experimenta dolores musculares, hinchazón, cambio de color en la piel y rigidez de la articulación.

Existen tres clases de Esguince, según la gravedad:

Esguince de grado 1: Hay distensión de los ligamentos sin llegar a una rotura de los mismos
Esguince de grado 2: Existe rotura parcial del tejido ligamentoso
Esguince de grado 3: Hay una rotura completa de la porción ligamentosa

El Esguince de Tobillo es de los más frecuentes

Pronóstico de la enfermedad

Mayoritariamente, los Esguinces son lesiones de poca importancia, aunque existen algunos casos en que se pueden agravar. La recuperación puede ir desde un par de semanas, hasta meses, dependiendo la gravedad.

Síntomas de un Esguince

Hay varios síntomas que se deben tener en cuenta, principalmente:

Dolor muscular
Dolor o rigidez articular
Hinchazón
Cambios en el color de la piel, como la aparición de hematomas

Pruebas médicas para un Esguince

Normalmente el diagnóstico es muy sencillo, una vez descritos los síntomas y la forma en la que se ha producido la lesión. Además, se valora si hay hinchazón o un hematoma.

El especialista palpará las estructuras afectadas y valorará el grado de inflamación. También tendrá en cuenta el nivel de limitación de movilidad articular.

La Radiografía puede ser útil para diagnosticar pequeñas roturas óseas en articulaciones de menor tamaño. La Ecografía articular es especialmente útil para los Esguinces, proporciona datos sobre la integridad o rotura de ligamentos afectados por la lesión. También muestra la presencia de líquido articular.

En otros casos, menos frecuentes, el TAC o la Resonancia Magnética también se utilizan. El TAC visualiza mejor la presencia de Fragmentos Óseos en la rotura y la resonancia sirve para visualizar los daños en el aparato ligamentoso y capsular.

¿Cuáles son las causas de un Esguince?

Los Esguinces se producen en el momento en que una articulación se forza para moverse a una posición fuera de lo normal. Un caso frecuente es el Esguince de Tobillo, que puede causar un gran dolor y dañar ligamentos que se encuentran alrededor.

Este caso es especialmente común en deportistas, de fútbol o básquet, por ejemplo.

¿Se puede prevenir?

No existe un método infalible pero hay algunos consejos que se pueden seguir para reducir las posibilidades de padecer un Esguince:

El uso de calzado protector durante actividades físicas que ejerzan una tensión sobre el tobillo u otras articulaciones
Usar un calzado que se ajuste al pie de forma correcta
Evitar tacones altos
Hacer estiramientos y calentar antes de realizar ejercicio o de la práctica deportiva
No practicar deportes o actividades para las cuales no se ha entrenado

Tratamientos para un Esguince

Cuando se sufre un Esguince es importante controlar el dolor y la inflamación. El protocolo que se sigue es reposo, hielo, compresión y elevación:

Reposo: Mantener la zona afectada sin fuerza, ni cargas para dar tiempo de recuperación
Aplicar hielo o similar, como una bolsa de guisantes congelados, para disminuir la inflamación y el dolor
Realizar un vendaje compresivo de la zona dañada
Elevar la parte del cuerpo afectado para favorecer el drenaje edematoso. En el caso del tobillo, un Esguince es bastante habitual, por lo que es importante elevarlo por encima de la cadera, para lograr un drenaje efectivo
El especialista podría recomendar analgésicos, en caso de dolor excesivo
Electroterapia
Rehabilitación o Readaptación deportiva

¿Qué especialista lo trata?

Para el tratamiento de un Esguince debemos acudir a un especialista en Ortopedia y Traumatología.

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