Índice:
- -¿Qué es el Bypass Aortocoronario?
- -¿Por qué se realiza la cirugía Aortocoronario?
- -¿En qué consiste la cirugía Aortocoronario?
- -Preparación para la cirugía Aortocoronario
- -Cuidados tras la cirugía Aortocoronario
- -¿Con qué especialista debo acudir?
¿Qué es el Bypass Aortocoronario?
Bypass Coronario, también llamado Bypass Aortocoronario con injerto, derivación Aortocoronaria o revascularización miocárdica quirúrgica. Es una técnica quirúrgica que se utiliza para restaurar el flujo sanguíneo que riega el corazón. Existen dos tipos: circulación extracorpórea y Bypass Aortocoronario sin circulación extracorpórea.
La intervención quirúrgica de Bypass Aortocoronario se realiza con la segunda técnica, se conecta una parte del Bypass o injerto (trozo de arteria o vena sana que extrae el cirujano de otra parte del cuerpo), alrededor de la zona de obstrucción de la arteria, restableciendo el flujo sanguíneo.
Mediante esta operación de Bypass se evita que el paciente sufra efectos secundarios y mejore su recuperación. En el caso de emplear la circulación extracorpórea, la cirugía se requiere parar el corazón, mientras una máquina se encarga de asumir su función y la de los pulmones.
En el momento en el que las arterias se encuentran obstruidas, ya sea parcial o totalmente, la sangre que fluye por ellas no tiene el oxígeno necesario para que el corazón funcione como debe, apareciendo los primeros síntomas. La principal misión de esta cirugía es dar sangre a aquellas zonas del corazón que sufren la falta de riego, como consecuencia de lesiones coronarias. La intervención se realiza bajo Anestesia General y tiene una duración que oscila entre las cuatro y las siete horas.
¿Por qué se realiza la cirugía Aortocoronario?
Esta cirugía se indica en el momento en el que una persona tiene un bloqueo en una o más arterias que ponen en riesgo el suministro de sangre oxigenada al corazón.
En el momento en el que una o más arterias están bloqueadas, el miocardio no recibe sangre suficiente, originándose Cardiopatía Isquémica, Arteriopatía Coronaria, pudiendo originarse también Angina de Pecho. Se indica especialmente en pacientes que tiene afectados varios vasos del entorno coronario tras un Infarto de Miocardio en el que no se logró la revascularización percutánea.
¿En qué consiste la Cirugía Aortocoronario?
Como tal, la cirugía consiste en conseguir desviar el flujo sanguíneo interrumpido de una arteria bloqueada utilizando injertos de vasos sanguíneos del propio paciente. También se puede proceder por la pierna a través de la vena safena o a través del Tórax.
Antes de iniciar la cirugía, el paciente será sedado con Anestesia General, por lo que no será consciente durante la operación. En la mayoría de las operaciones de este estilo se conecta al paciente a una bomba de circulación que realice el trabajo de corazón y pulmones mientras dure la intervención.
A la hora de crear una derivación, el médico elige una vena del cuerpo y esta se injerta alrededor de la zona bloqueada.
Preparación para la Cirugía Aortocoronario
A la hora de prepararse para una Cirugía Coronaria, el paciente tendrá que estar en contacto permanente con su médico y con el Anestesiólogo siempre que no cumpla las directrices que estos han marcado previamente.
En el caso de que el paciente sea fumador, el especialista le solicitará que deje de fumar al menos dos semanas antes de la operación, ya que el tabaco está relacionado con problemas de respiración y de coagulación sanguínea.
El paciente acudirá limpio al hospital, donde se le desinfectará la zona con antisépticos e incluso se le puede llegar a rasurar el pecho, de ser necesario para facilitar la intervención.
Cuidados tras la Cirugía Aortocoronario
Tras someterse a la cirugía, el paciente deberá permanecer ingresado más o menos una semana. El mismo día de la operación, el paciente pasará a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) en la que se prestará especial atención a su función y frecuencia cardíaca.
Una vez superados la semana de ingreso hospitalario, el paciente comenzará poco a poco a recuperar la normalidad en su vida. El médico le recomendará caminar o nadar para recuperar fuerzas, aunque lo más importante pasa por cambiar algunos hábitos de vida, tales como limitar su consumo de grasa, dejar de fumar, un plan de ejercicio físico…
Si el trabajo del paciente no requiere un esfuerzo físico exigente, se podrá reincorporar a su actividad diaria unas cinco o seis semanas después de la operación, aunque en el caso de que el puesto laboral requiere un gran esfuerzo físico, se deberá esperar más tiempo.
¿Con qué especialista debo acudir?
Te recomendamos consultar a un Cirujano Cardíaco para más información.