Índice:
- -¿Qué es la cirugía genital masculina?
- -¿Por qué se realiza?
- -¿En qué consiste?
- -Preparación para la cirugía genital masculina
- -Cuidados tras la intervención
¿Qué es la cirugía genital masculina?
La Cirugía Genital Masculina está destinada a aquellos hombres que deseen sentirse más a gusto con su aspecto físico o quieran solucionar algún tipo de problema o disfunción que les obliga a someterse a una Intervención Quirúrgica.
En estas intervenciones la capacidad urinaria es primordialmente respetada. La sensibilidad puede ser modificada debido a la Inflamación, aunque una vez superada vuelve a la normalidad. Alteraciones más duraderas suceden tan solo en casos excepcionales.
¿Por qué se realiza?
En muchos casos, este tipo de cirugía busca lograr una proporción de las distintas partes del cuerpo. Esta clase de intervenciones, aparte de solucionar problemas de salud, suelen aportar grandes beneficios en la autoestima de los pacientes.
Las intervenciones de Cirugía Genital facilitan tener relaciones sexuales más satisfactorias para el paciente y la pareja, proporcionándoles beneficios para ambos.
¿En qué consiste?
Como se ha mencionado anteriormente, los tratamientos en Cirugía Genital Masculina pueden abordar distintos aspectos, tanto funcionales o de salud como estéticos. Algunos de los tratamientos en Cirugía Genital masculina son los siguientes:
- Faloplastia de alargamiento: se trata de un alargamiento del pene que acostumbra a ser de entre 1 y 4 centímetros.
- Faloplastia de engorsamiento: es un engrosamiento del pene, a partir de un lipofilling o con un relleno con grasa propia.
- Tratamiento de la enfermedad de La Peyronie: sirve para corregir las erecciones curvadas, debido a la formación de una placa, que dificultan o impiden relaciones sexuales satisfactorias.
- Corrección de la curvatura congénita de pene: se trata de curvaturas que se producen por nacimiento. Se puede enderezar la posición del pene para permitir mejores relaciones sexuales.
- Escrotoplastia o lifting escrotal: el objetivo es rejuvenecer la bolsa escrotal que contiene los testículos, elevándolos y eliminando el exceso de piel.
- Implantes de testículos: permite restablecer uno o ambos testículos a aquellas personas que les falten, por nacimiento a causa de una enfermedad.
- Cirugía de frenillo: los pacientes que tienen el frenillo demasiado corto les puede producir molestias durante las relaciones sexuales (se puede romper, puede sangrar o doler). Mediante esta cirugía se realiza un corte a lo largo del frenillo.
- Fimosis: intervención en la cual se corta el prepucio y deja el glande descubierto de forma permanente. Se realiza en pacientes que tienen estrechez en la abertura del prepucio, lo cual puede producir distintos problemas y molestias sexuales.
- Vasectomía: en este procedimiento se realiza una sección y ligadura de los distintos conductos para que el semen eyaculado no tenga espermatozoides. El procedimiento es reversible mediante una vasovasostomía.
Preparación para la cirugía genital masculina
En primer lugar el médico realizará un estudio previo del paciente. Es importante consultar con el especialista todos los detalles de la cirugía y aclarar cualquier duda que se puede tener acerca de ella.
La gran mayoría de estas intervenciones se realizan con anestesia local asociada a sedación. Según la cirugía que se aplique el médico indicará el paciente el tipo de anestesia.
Finalmente, es recomendable tener ropas amplias listas para el postoperatorio, de forma que la zona afectada no roce con los apósitos o vendajes.
Cuidados tras la intervención
En la mayoría de las intervenciones no es necesaria una hospitalización, ya que se trata de intervenciones rápidas. Según la técnica empleada se puede recomendar la baja laboral durante una semana.
Las relaciones sexuales no se pueden reanudar tras un tiempo, especialmente debido a la inflamación que producen estas intervenciones. En los casos de alargamiento o engrosamiento se demoran un mínimo de cuatro semanas, aunque en los casos de fimosis o cirugía de frenillo es suficiente con dos semanas.
Esta inflamación se puede producir en el pene o los testículos y se suele prolongar durante las primeras dos o tres semanas. Las molestias acostumbran a ser poco intensas pero en algunos casos se recomienda la toma de analgésicos orales.
Del mismo modo que las relaciones, tampoco es recomendable la práctica deportiva durante el primer mes. Los cuidados se realizan de forma ambulante, el siguiente día de la intervención y a las 48 o 72 horas, con lavado y secado de la región intervenida. Las suturas se revisan a partir de los 8 o 10 días y durante el proceso se suele realizar un vendaje.