Epiduroplastía

Top Doctors
Escrito por: La redacción de Top Doctors
Creado: 2023-10-10

Índice

  1. ¿Qué es una Epiduroplastía?
  2. ¿Por qué se realiza la Epiduroplastía?
  3. ¿En qué consiste la Epiduroplastía?
  4. Preparación para la Epiduroplastía
  5. Cuidados tras la Epiduroplastía
  6. Alternativas a la Epiduoplastía

¿Qué es una Epiduroplastía?

Una Epiduroplastía o una Epiduroscopía es realizada por un especialista en Neurocirugía y consiste principalmente en introducir un Catéter especial en la Columna Vertebral al tiempo que se controla su avance a tiempo real gracias a la visión por Rayos X.

Epiduroplastia

Se trata de una técnica relativamente nueva bastante eficaz que permite tratar el dolor lumbar crónico sin la necesidad de utilizar anestesia. Consiste en una técnica que permite tratar el dolor y a la vez determinar qué lo está causando, por lo que se puede diagnosticar y tratar a la vez.

Y es que gracias al epiduroscopio —con una estructura similar a la del endoscopio aunque más pequeño— se puede ver el interior del espacio epidural gracias a la microcámara de la que está dotado en uno de sus extremos. La duración de la Epiduroplastía dura en torno a una hora y se realiza bajo anestesia local.

¿Por qué se realiza la Epiduroplastía?

La Epiduroplastía se lleva a cabo con el fin de observar el espacio epidural, es decir, la parte interior de la columna con el fin de diagnosticar e iniciar el tratamiento de Patologías y Síndromes Dolorosos de la Médula Espinal.

Normalmente se indica la Epiduroplastía para lo siguiente:

  • Paciente con Ciática Severa sin indicación quirúrgica y que no responde a tratamiento
  • Aplicación selectiva de medicamentos
  • Adherencias y Fibrosis tras haber sido sometido a una cirugía
  • Neuromodulación
  • Biopsias a la hora de hacer técnicas mínimamente invasivas

Se trata de una técnica para diagnosticar patologías, lesiones medulares y meníngeas en las que se puede llevar a cabo una Biopsia a la vez que se examina.

Esta técnica no se recomienda en pacientes con insuficiencia respiratoria o con alteraciones en el lugar de la punción, tales como infecciones, tatuajes o defectos anatómicos. En el caso de que existan alteraciones en la coagulación, tampoco podrá llevarse a cabo.

¿En qué consiste la Epiduroplastía?

Ideada con el objetivo de diagnosticar y tratar patologías dolorosas de la médula espinal, la Epiduroplastía utiliza un endoscopio flexible dotado de una cámara en uno de sus extremos.

Las estructuras anatómicas como la duramadre, las venas epidurales, las fibras nerviosas o el tejido conectivo pueden identificarse de una forma sencilla.

El tratamiento se lleva a cabo en posición de decúbito prono, con sedación intravenosa y anestesia local. El epiduroscopio se introduce de forma progresiva ayudándose de las imágenes en Rayos X hasta alcanzar el nivel deseado. Una vez en el sitio, se actúa sobre la zona deseada y posteriormente se administra un anestésico en torno a los nervios afectados de la zona.

Preparación para la Epiduroplastía

Una Epiduroplastía es un proceso ambulatorio que se realiza en quirófano pero que no necesita que el paciente sea ingresado, sino que recibirá el alta médica el mismo día de someterse al tratamiento, tras haber pasado unas horas en observación.

De cara a realizar el tratamiento, el paciente debe acudir al centro sanitario en ayunas de al menos seis horas. 

Cuidados tras la Epiduroplastía

El paciente recibirá el alta el mismo día en el que se realizó el tratamiento, tras haber pasado algunas horas en la sala de recuperación, en la que permanecerá un tiempo mientras es observado.

Al utilizarse anestésicos de carácter local, el paciente puede sentir un adormecimiento en las piernas durante algunas horas, aunque se trata de un síntoma completamente normal.

El paciente no recibirá el alta hasta que pueda controlar completamente sus piernas.

Alternativas a la Epiduroplastía

Un tratamiento alternativo a la Epiduroplastía sin ser un método quirúrgico serían las infiltraciones articulares y la denervación por Radiofrecuencia o la Rizólisis, consistente en el uso de ondas de radio para mejorar a largo plazo los dolores y problemas causados por la Lumbalgia, la Cervicalgia o la Dorsalgia.