Recambios de Cadera

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Escrito por: La redacción de Top Doctors
Creado: 2024-08-30

Índice

  1. - ¿Qué es un Recambio de Cadera?
  2. - ¿Cuáles son las causas para realizar un Recambio de Cadera?
  3. - ¿Cuál es el procedimiento para realizarlo?
  4. - Cuidados tras la colocación o extracción
  5. - ¿Con qué especialista acudir?

¿Qué es un Recambio de Cadera?

Un Recambio de Cadera es la sustitución de una Prótesis de Cadera por una nueva o de diferente tipo. Se realiza principalmente cuando una prótesis se encuentra desgastada, movilizada, rota en alguno de sus componentes o infectada, por lo cual precisa una nueva operación, ya sea para retirarla o bien recambiarla. El objetivo de la intervención consiste en aliviar el dolor e intentar mejorar la movilidad y la incapacidad. También tiene como propósito intentar eliminar la infección en el caso de que exista.

Recambio de Cadera

¿Cuáles son las causas para realizar un Recambio de Cadera?

Al cabo de un tiempo de la implantación de una Prótesis de Cadera, puede ser que se vaya perdiendo el anclaje en el hueso. Clínicamente ello se traduce con un dolor sordo, no invalidante, al principio, pero con el tiempo puede llegar a serlo. En una situación en la que se observa a través de una Radiografía que la prótesis está muy aflojada, en cuyo caso podría llegar a producir una rotura, o cuando el dolor es muy insoportable, se planteará la cirugía de revisión o recambio de la Prótesis de Cadera.

Es preciso recalcar que no siempre es necesaria la extracción o el cambio completo de la Prótesis de Cadera, puede ser el caso que solamente se necesite cambiar algún componente que desestabilice o no permita un óptimo funcionamiento, sin embargo, esto depende del diagnóstico del especialista.

Respecto a las causas de aflojamiento en la prótesis, se puede hablar de dos grandes causas:

  • Mecánica, la prótesis pierde el anclaje
  • Séptico o por infección. No todas las infecciones son agudas y dan una clínica de fiebre e inflamación, sino que hay algunos gérmenes que actúan de forma más silente y provocan aflojamientos tardíos de estas prótesis

Es importante distinguir si se trata de un aflojamiento mecánico o por infección antes de la cirugía de revisión porque ello puede hipotecar resultados futuros.

¿Cuál es el procedimiento para realizarlo?

La intervención consiste en la extracción de la prótesis, del cemento si lo hubiese y si fuera posible en la colocación de una nueva. El procedimiento habitualmente precisa Anestesia General, aunque puede efectuarse con anestesia de la cintura para abajo. El servicio de Anestesia estudiará las características personales de cada paciente para informar cuál es la más adecuada.

Para extraer la prótesis suele ser necesario extirpar parte del hueso que hay alrededor de la misma, o bien retirar de su sitio un fragmento del fémur que después se fijará.

Si se opta por el recambio de la articulación suele necesitarse un implante más grande, que tenga algún suplemento para estabilizar la prótesis o la utilización de injertos óseos (del propio paciente, de banco de huesos o artificial). La colocación de la prótesis suele tener como consecuencia el alargamiento o el acortamiento de la pierna intervenida.

Si se efectúa únicamente la retirada de la prótesis, la extremidad intervenida suele quedar acortada y con el pie girado hacia fuera.

En caso de infección podría colocarse en el mismo acto operatorio una nueva prótesis si se tiene la certeza de que ha quedado el hueso limpio. Lo más habitual es realizar una primera intervención de limpieza y con posterioridad una segunda operación para implantar una nueva prótesis. En algunos casos se puede utilizar un espaciador de cemento impregnado de antibióticos hasta que se realice la segunda intervención.

Durante la operación existe una pérdida de sangre que suele requerir transfusiones sanguíneas.

Cuidados tras la colocación o extracción

Para reducir la incidencia de dos de las complicaciones principales: aparición de Trombosis en las venas o infección después de la operación, se administrará la medicación oportuna.

Después de la intervención el paciente puede presentar molestias en la zona operada, debidas a la cirugía y a la adaptación de los músculos de la zona. Estas molestias se pueden prolongar durante algunas semanas, meses o en raros casos hacerse permanentes.

Precisará reposo en cama durante unos días o bien caminar sin apoyar dicha pierna. Igualmente tendrá que recibir información sobre la rehabilitación a realizar, los movimientos a evitar y como utilizar las muletas.

La fuerza muscular se recupera parcialmente cuando el dolor desaparece. La movilidad de la articulación suele mejorar, aunque el grado de recuperación depende de lo rígida que estuviera antes de la intervención.

¿Con qué especialista acudir?

Es necesario primero acudir con el Médico General, para identificar la posible enfermedad. Luego, con el Reumatólogo, para que este aplique tratamientos farmacológicos y no farmacológicos.

Y en última instancia, al Traumatólogo para lleve a cabo alguna intervención quirúrgica.