Índice
- - ¿Qué es la Terapia de Pareja?
- - Objetivos de la Terapia de Pareja
- - ¿Cuándo acudir a Terapia de Pareja?
- - Motivos por los cuales se acude a Terapia de Pareja
- ¿A qué especialista acudir?
¿Qué es la Terapia de Pareja?
La Terapia de Pareja es un tipo de consulta de Psicoterapia destinada a analizar y tratar los conflictos surgidos en el seno de una relación amorosa.
Dependiendo del tipo de problemas que sufra una pareja el terapeuta adapta el tratamiento y el número y frecuencia de las sesiones para encontrar la mejor solución para la relación.
Desde el punto de vista del Psicoanálisis, la Terapia de Pareja permite conocer nuestros deseos y anhelos más inconscientes que nos mueven en nuestra toma de decisiones, en nuestra manera de sentir las relaciones de pareja, de vivirlas y de establecerlas.
Aunque existen diversos enfoques terapéuticos para ayudar a las parejas a sanar su relación, el fin común consiste en ayudarles a resolver sus diferencias y renegociar el estilo de relación que llevan. Cada enfoque terapéutico contará con diversas herramientas a su disposición, las cuales se adaptarán mejor a cada tipo y estilo de pareja.
La terapia sistémica enfocada en soluciones facilita que la pareja se concentre en aquello que vale la pena rescatar de la relación, sus lados fuertes y recursos para promover una mejoría en el estatus relacional.
Objetivos de la Terapia de Pareja
Los principales objetivos que pretende conseguir la Terapia de Pareja son:
- Reconocimiento del problema
- Comprensión de sus pautas de funcionamiento (habitualmente repetitivas y contaminantes)
- Establecimiento de una nueva alianza para la renovación de la relación
- Modificación de sus actitudes
- Comunicación renovada y sana
Además, la Psicología de pareja, no solo se encarga de solucionar conflictos para que los miembros disfruten de una relación amorosa estable y satisfactoria.
También busca entender lo que pueda estar afectando la relación, clarificar si corresponde a la historia personal actualizada en la pareja o si se trata de las vivencias conjuntas, para buscar soluciones a tiempo y cuando se quiere procurar un buen proyecto de relación.
Si ya se ha tomado la decisión de separarse, contirubye a que sea de la manera menos sufriente y dañina.
El especialista ofrecerá un abanico de posibilidades para mejorar los problemas de la relación
¿Cuándo acudir a Terapia de Pareja?
Cuando se experimenta alguna crisis en la relación, es la oportunidad para atender y esclarecer el tipo de problemática, desde su origen para pensar posibles soluciones.
Dado que Amor y deseo transitan diferentes caminos, por consiguiente, los encuentros son necesariamente disarmónicos, y en la clínica nos encontramos ante la pretensión de un amor sin sufrimiento, lo cual constituye una negación de esta realidad incómoda y es preciso atender.
Normalmente una de las partes de la relación es la que da la voz de alarma y la otra tiene que estar dispuesta a colaborar, ya que sino la terapia no va a resultar efectiva.
Hay que tener en cuenta que la separación siempre es una opción, pero antes es posible acudir a un profesional que pueda ofrecer una serie de pautas para cambiar los hábitos de la relación y reconducirla.
Motivos por los cuales se acude a Terapia de Pareja
El problema más frecuente por el cual se acude al especialista es el fallo en la comunicación entre ambas partes de la pareja.
Es decir, cuando se presentan situaciones como: conflictos continuos, desconfianza, celos, falta de comunicación, desencuentros, pleitos, codependencia, problemas en la sexualidad, cuando en las discusiones hay agresividad o incluso algún tipo o grado de violencia, reclamos, sensación de no ser tomado en cuenta por la pareja.
¿A qué especialista acudir?
Si predominan malentendidos, la discordia, decepciones, descalificaciones, y se establecen luchas de poder basadas en la hostilidad que puede tomar grados muy elevados, etc. es deseable solicitar consulta con el Psicólogo para entender lo que pueda estar afectando, identificar si corresponde a la historia personal actualizada en la pareja o si se trata de las vivencias conjuntas, es un buen principio para buscar formas de responder ante las diferencias, de modo que permitan generar una relación constructiva y creativa.