Índice
- - ¿Qué es el Trasplante de Cartílago?
- - ¿Por qué se realiza?
- - ¿En qué consiste?
- - Preparación para el Trasplante de Cartílago
- - Cuidados tras la intervención
- - Alternativas a este tratamiento
- - ¿Con qué especialista debo acudir?
¿Qué es el Trasplante de Cartílago?
El Trasplante de Cartílago es un tratamiento que permite reemplazar zonas dañadas en los cartílagos como consecuencia de Lesiones Concretas. Es muy común en las lesiones de la extremidad inferior.
Para que sea efectivo, la zona dañada debe tener una extensión de tres centímetros cuadrados máxima. La anestesia empleada en la cirugía de Trasplante de Cartílago suele ser local, únicamente aplicada en la Pierna Lesionada. En cualquier caso, será el especialista será quien acuerde con el paciente la mejor forma de proceder, con tal de causar al paciente las mínimas molestias durante la intervención.
¿Por qué se realiza?
El Trasplante de Cartílago se emplea, sobre todo, en casos de daños en los cartílagos del Tobillo y de la Rodilla. Normalmente en las zonas que soportan mucha carga se implantan directamente trozos de hueso y cartílago, o bien se cultivan células cartilaginosas.
El Cartílago es un tejido muy importante, que proporciona dinamismo a las articulaciones. Recubre los extremos de los huesos y tiene gran capacidad para soportar, distribuir y transmitir fuerzas de compresión a las que se someten las articulaciones en el día a día o durante la práctica deportiva. La parte de contacto articular es lisa en los extremos y, además de la poca fricción del cartílago, está muy bien lubricada, por lo que reduce el roce entre superficies. Sin embargo, a pesar de ser muy útil, el cartílago tiene un gran problema si se lesiona, y es que ante una Lesión Traumática o Degenerativa tiene escasa o nula capacidad de reparación, lo que desemboca en una artrosis y pérdida de la función articular.
El objetivo del Trasplante de Cartílago es que el material implantado sea igual al Cartílago articular que sustituye, reduciendo las Lesiones Traumáticas Degenerativas. De esta manera se integrará perfectamente con los tejidos vecinos en la articulación y restaurarán la superficie de fricción articular.
¿En qué consiste?
El Trasplante de Cartílago se realiza mediante una Artroscopía, es decir, a través de 2 o 3 pequeñas incisiones de no más de un centímetro que permiten al cirujano especialista en Traumatología acceder a la Lesión.
Con la Artroscopia se extraerá la parte lesionada de la articulación. Así, con material especial se retirarán los trozos de hueso y cartílago de las zonas desgastadas de la articulación y se implantan en la zona lesionada. Como manera compensatoria puede implantarse la zona dañada en la parte sana, para contrarrestar la sobrecarga.
En los casos de Trasplante de Cartílago antólogo se alisa la zona dañada y se extrae el material cartilaginoso que se empleará en el propio paciente. Dicho cartílago deberá ser cultivado durante unas cuatro semanas. Transcurrido este periodo se implantan de nuevo las Células Cartilaginosas Cultivadas, en una segunda Artroscopia, para que crezcan subsanando la Lesión.
Preparación para el Trasplante de Cartílago
Antes de someterse a una operación de Trasplante de Cartílago el especialista en Traumatología debe valorar la gravedad de la Lesión. El estudio con Radiografía será la técnica principal empleada para diagnosticar las Lesiones Traumatológicas en la rodilla.
Asimismo, las Telerradiografías permitirán identificar cualquier alteración en el eje de las piernas que puedan requerir una reparación de la Lesión. Sin embargo, no siempre es visible. En tales casos será necesaria una Resonancia Magnética, que mostrará no solo el estado del cartílago de la rodilla sino también si hay lesiones asociadas.
Por otra parte, el paciente también debe comunicar al cirujano cualquier medicación que tome y que pueda, en algún momento, interferir en la intervención. Además, se realizarán algunas pruebas preoperatorias que valorarán el estado de salud del paciente, tales como un Electrocardiograma o analíticas, entre otras.
Cuidados tras la intervención
Tras la intervención el paciente debe hacer caso a las recomendaciones del Traumatólogo para que la lesión de la rodilla se recupere correctamente. Tras la intervención es normal que la rodilla esté inflamada, por lo que se recomienda que el paciente tenga la pierna en alto los primeros días. Si el paciente aplica hielo en la zona intervenida también se reducirá la inflamación.
Por otra parte, es importante cuidar, limpiar y secar las incisiones. El especialista dirá al paciente cómo debe proceder y cuándo podrá ducharse y cambiar el vendaje.
Paralelamente, entre el Traumatólogo y el especialista en Fisioterapia diseñarán una serie de ejercicios de rehabilitación personalizados al paciente y la lesión que sufre. Esto hará que, progresivamente, pueda restablecer el movimiento de flexo-extensión y rotación de la rodilla, así como fortalecer de nuevo los músculos.
Alternativas a este tratamiento
El objetivo de la operación de trasplante de cartílago es que el tejido implantado se integre de manera perfecta a los demás tejidos de la articulación de la rodilla. En los últimos años, se han desarrollado diferentes procedimientos para reparar las Lesiones de Cartílago, tales como el uso de condrocitos y otras células, combinadas con Terapias biológicas como la ingeniería de tejidos y la Terapia Génica. Esto hace suponer que, en un futuro, se podrá llegar a la regeneración de las lesiones de rodilla.
Sin embargo, son lesiones difíciles de curar, con poca capacidad de regeneración con las técnicas actuales, por lo que la prevención y el Trasplante de Cartílago son las soluciones más favorables.
¿A qué especialista acudir?
La mejor opción para llevar a cabo este procedimiento de Trasplante es asistir con un Traumatólogo.